Reseña/Review
M.ª Violeta Pérez
Custodio
María Dolores García
de Paso Carrasco, Trinidad Arcos Pereira, María Elisa Cuyás de Torres, Gregorio
Rodríguez Herrera, Los Principios de
retórica de Aftonio con anotaciones de Juan de Mal Lara.
Introducción, edición, traducción y notas, Madrid: Ediciones Clásicas,
2021, 363 páginas.
[ISBN
978-84-7882-876-0]
Fecha de recepción: 11 de octubre de 2022
Fecha de aceptación: 25 de noviembre de 2022
E |
ntre los volúmenes publicados en 2021 por
Ediciones Clásicas, serie Bibliotheca
Latina, ha visto la luz el titulado Los Principios de retórica de
Aftonio con anotaciones de Juan de Mal
Lara, a cargo del equipo formado por María Dolores García de Paso Carrasco,
Trinidad Arcos Pereira, María Elisa Cuyás de Torres y Gregorio Rodríguez
Herrera,[1] todos ellos integrantes del
Grupo de Investigación “Juan de Iriarte” de la Universidad de Las Palmas de
Gran Canaria, dirigido por T. Arcos Pereira y encuadrado en el Instituto
Universitario de Análisis y Aplicaciones Textuales (IATEXT), entre cuyas líneas
de trabajo se encuentra el estudio de textos retóricos, manuales de progymnasmata y florilegios producidos en el
Renacimiento. En coherencia con este marco investigador –que ya en 2020 produjo la miscelánea Retórica e ideología en
las aulas del Humanismo: los progymnasmata, Vigo:
Academia del Hispanismo–, la
presente obra pone en manos del lector actual la edición moderna con traducción
anotada y estudio introductorio de los In Aphthonii
progymnasmata scholia, publicados
por el humanista hispalense en la imprenta de Escribano en 1567. Tal como reza
el título original, la obra quinientista contenía los comentarios compuestos
por Mal Lara para elucidar la versión latina del texto griego de Aftonio realizada por Rodolfo Agrícola, a la que se
añadieron a modo de apéndices dos textos ajenos de tema retórico (el titulado Author innominatus de rhetoricis, también incorporado por otros manuales de progymnasmata de
la época, y el resumen versificado de las figuras de Despauterio).
El título elegido para la edición actual, Los Principios de retórica
de Aftonio, recupera el que se usa en el
privilegio de 1566 para referirse a la obra, “principios de Rhetorica
que hizo Aphthonio”, donde el término “principios”
alude al carácter inicial o preliminar de este tipo de ejercitación (progymnasmata) para el dominio de la disciplina.
El libro aparece en un momento en que tanto a nivel nacional como internacional afloran los estudios sobre el uso de los ejercicios retóricos elementales de raigambre griega desde la Antigüedad hasta nuestros días, en un intento de reconstruir esta cadena docente que ha hilvanado siglos. Así, por citar algunas aportaciones, en 2020 Classiques Garnier ha publicado la edición con traducción al francés del más célebre manual jesuita de progymnasmata, el Candidatus Rhetoricae, en la revisión de 1710 de J. de Jouvancy, a cargo de F. Goyet y D. Denis, y Éditions Rue d’Ulm ha puesto en manos de los lectores el volumen Les progymnasmata en pratique, de l’antiquité à nos jours / Practicing the Progymnasmata, from Ancient Times to Present Days, que, bajo la dirección de P. Chiron y B. Sans, recoge las aportaciones del Coloquio internacional sobre el tema celebrado en París en 2018; por su parte, en 2021 ha salido de las prensas de la Universidad de Lund la traducción comentada de los progymnasmata de Aftonio al sueco por A. Eriksson (Progymnasmata. Afthonios’ retoriska övningar översatta och kommenterade) dentro de la serie Studia Rhetorica Lundensia. Desde que J. Hagaman publicara en 1986 su célebre artículo sobre la aplicabilidad de los progymnasmata en las aulas modernas (“Modern Use of the Progymnasmata in Teaching Rhetorical Invention”, Rhetoric Review 5.1, 22-29), el interés por el estudio del potencial formativo de estas añosas composiciones sometidas al corsé de una estructura retórica prefijada no ha dejado de crecer y se ha convertido en un consolidado nicho de investigación interdisciplinar (entre las aportaciones recientes, cf. M. Krauss, “The Rhetorical Progymnasmata – A Teaching Program for Critical Thinking?”, en Proceedings of the Tokyo Conference Argumentation 6, 2020, 82-86).
Los In Aphthonii progymnasmata scholia de Juan de Mal Lara, ahora editados y traducidos, constituyen, sin duda, una aportación valiosa, esperada y necesaria para el conocimiento de la implantación de los ejercicios preliminares de composición en la España del s. XVI, donde el texto de Aftonio vertido al latín con o sin escolios ya había visto la luz antes de 1567 en libros escolares del mismo cuño (Barcelona 1546 y 1558, Salamanca 1550 y 1556 y Valencia 1552) con los que, igual que sucedía en Europa, los centros docentes buscaban facilitar impresos de los ejercicios a los estudiantes. Se ha añadido, pues, una pieza nuclear al listado de las ediciones y traducciones que en los últimos años han ido contribuyendo a rescatar para el estudioso actual el texto de los manuales de progymnasmata latinos del ámbito hispano de los siglos XVI y XVII, ya exentos, ya incluidos en obras más amplias, como son los de P. J. Núñez (Grau Codina, 1994), A. de Torres (Pérez Custodio, 2003), A. Llull (Martínez Falero, 2004), F. Sánchez de las Brozas (Ureña Bracero, 2004) y B. de Alcázar (López Muñoz, 2019).
A todo ello se suma el hecho de que Los principios de retórica de Aftonio recuperan una obra que resulta capital para poder dimensionar la arquitectura docente creada por el humanista hispalense, pedagogo de vocación, que abrió Estudio de gramática y latinidad en Sevilla y que, además del manual de progymnasmata, produjo una abundante bibliografía académica interrelacionada que incluía, entre otros, unos comentarios sintácticos (In Syntaxin scholia), un repertorio léxico latino-español (Phraseon Latino-Hispanicarum Thesaurus), unas Introducciones de gramática en romance y un Tesoro de la eloquencia, toda una pléyade de textos en torno a la formación lingüística y retórica con la que se vincula la célebre Filosofía vulgar, dedicada a los refranes. La edición de los progymnasmata y los escolios que ahora nos ocupa contribuye, pues, a poner el foco en el Mal Lara “maestro de latinidad”, cuya obra escolar (destinada a conseguir la fluidez lingüística y compositiva en alumnos bilingües, como también hizo por esas fechas el humanista J. L. Palmireno), ha atraído menos a los estudiosos que su producción literaria, objeto de edición crítica especialmente en los últimos años (así, por ejemplo, la Philosophía vulgar, por I. Pepe Sarno y J. Reyes Cano, 2013, y la Psyche y el Hércules animoso por F. J. Escobar Borrego en 2015, quien también se ha ocupado de la poesía latina y romance del humanista).
Los Principios de retórica de
Aftonio con anotaciones de Juan de Mal Lara ofrecen una edición bilingüe que presenta
primero el texto latino al completo (la versión de Agrícola, los escolios de
Mal Lara y los citados apéndices, pp. 71-185) y luego la traducción anotada al
español (pp. 187-328). Los editores definen su trabajo como “de índole
conservadora” en lo formal, ya que han tratado de mantener el usus scribendi de
la época (p. 52). El cuerpo del texto latino va seguido de dos aparatos, uno de
loci similes (constituido mayoritariamente por
referencias a pasajes de los Adagia
erasmianos, de la literatura antigua y de otros manuales de progymnasmata)
y otro crítico. La fijación del texto pivota sobre la única edición antigua
conocida, la hispalense de 1567, de la que se ha usado como base un ejemplar de
la Biblioteca Nacional de México, que se ha colacionado con otros tres
pertenecientes a la Biblioteca Nacional de España, a la Biblioteca Diocesana de
Zamora y la Biblioteca de Castilla – La Mancha (p. 52), que suponen una
selección de entre las siete copias de la obra localizadas por los
investigadores (p. 20).[2] De las copias comparadas solo la de Castilla
– La Mancha ofrece unas pequeñas variantes, que son puramente formales y se
limitan al folio 13v, donde afectan a la disposición de dos líneas (p. 22). Por
tanto, no se parte de discrepancias entre ediciones sino de un texto único,
salido en vida del autor y que, en ciertos volúmenes, incluye un breve listado
de erratas (pp. 327-328, n. 677) que no abarca todas las que pueden localizarse
en el texto impreso en el taller de Escribano. Fuera de los casos indicados en
la citada fe de erratas, la gran mayoría de las faltas identificadas por los
editores y oportunamente corregidas son casos claros de errores tipográficos
(por ejemplo, por adición o supresión de una grafía, o por confusión de una por
otra, como en uolutas por uoluptas,
p. 95; cuins por cuius,
p. 101; es por est, p. 142; anacephalcosin por anacephaleosin,
p. 158) o de confusiones entre palabras parecidas que tal vez se habrían
producido en imprenta a la hora de leer el original manuscrito (así, por
ejemplo, fiat por sint,
p. 77; effectum por affectum, p. 143).[3]
Dado que el texto latino editado no lleva guía marginal numérica por líneas,
sino solo la indicación entre paréntesis de la foliación en el original, las
correcciones incluidas en el aparato crítico se resaltan en el cuerpo del texto
en letra cursiva para facilitar su localización.
Uno
de los problemas más complejos que implica la fijación de un texto lleno de
citas, como el que nos ocupa, es el de cómo resolver los pasajes donde se
observa disparidad, ya que la alteración de la fuente pudo deberse a múltiples
circunstancias, entre las que podrían estar la intervención deliberada del
propio humanista, el uso de fuentes de la época con lecturas diferentes a las
actuales, la incorporación de citas puenteadas, las vacilaciones propias de
citas hechas de memoria, o simplemente el fallo tipográfico. El texto de Mal
Lara, que es un semillero de referencias a la literatura latina antigua y
contemporánea, resulta, pues, terreno abonado para esta casuística, donde en
general es prudente seguir el criterio conservador que ha primado en los
editores, salvo en casos de simples erratas. Así, por ejemplo, sucede en Inter
lapides pugnabunt (67r, p. 145), que reproduce el
adagio erasmiano Inter lapides pugnabant,
donde el cambio de una vocal por otra ha llevado a enmendar el texto de acuerdo
a la cita del de Roterdam, y en la corrección de summo
por somno en una cita de la Eneida
(69r, p. 148) donde summo, que no da sentido,
parece una clara confusión tipográfica.
Otras
situaciones, sin embargo, revisten mayor complejidad y, en consecuencia,
resultaría de interés realizar un análisis individualizado de los casos, ya que
podría suceder que citas aparentemente erróneas no fueran tales. A este
propósito propongo dos ejemplos. En un pasaje correspondiente al libro cuarto
de la Eneida (70r, p. 149), que se toma como ejemplo de descripción, se
señalan en tres versos seguidos cinco
discrepancias respecto al texto actual de Virgilio (ueluti
/ annosam ualido / num / fluctibus / alte en Mal
Lara frente a uelut / annoso
ualidam / nunc / flatibus /
altae en Virgilio), de las cuales cuatro se han
mantenido tal como aparecen en el volumen de 1567 (ueluti
/ annosam ualido / fluctibus / alte) y una, num,
se ha corregido en nunc. En este caso la consulta de las ediciones de la
época permite ver que Mal Lara citaba el texto tal cual aparecía en las
ediciones contemporáneas, como, por ejemplo, en los Opera omnia virgilianos, Basilea 1561, p. 850, donde hay
coincidencia en todas las lecturas del hispalense salvo en num
/ nunc, que probablemente sea una errata de 1567 debida a la similitud
gráfica entre las palabras. Así pues, la cita de los versos de la Eneida
en Mal Lara responde simplemente al estado del texto en las fuentes de la
época.
Un
grado más de dificultad se presenta cuando una cita aparece alterada incluso
respecto a las ediciones contemporáneas. Tal sucede en una referencia a Lucano,
Nec longe factorum exempla petantur (20v, p. 105), donde la lectura factorum discrepa de la habitual en las ediciones
del XVI, fatorum (por ejemplo, en la de
Colonia 1546), que es también la opción preferida en las ediciones modernas del
poeta cordobés. Así las cosas, los editores de Mal Lara han optado por mantener
la cita como aparece en 1567 y atribuir la discrepancia a una modificación
deliberada del humanista (“para adecuarlo a lo que le interesa mostrar”, p.
39). En este caso, sin embargo, la aparente alteración del texto de Lucano
podría responder a una causa diferente, si se toma en cuenta el contenido del
propio escolio donde se inserta la cita, cuya fuente se encuentra, según se
indica, en el capítulo 25 del libro primero de una obra no especificada, pero
que resulta ser los De inventione dialectica libri tres de
Agrícola (Quid exemplum, idem
libro 1 capite 25. Nec longe factorum exempla petuntur), donde
aparece una tirada de versos de Lucano en que se lee factorum
exempla petantur (así,
por ejemplo, en las ediciones de Colonia 1523 y 1527, y París 1538). En
consecuencia, es posible que no estemos ante una cita alterada por Mal Lara
para cambiar el sentido del texto original, sino ante una cita puenteada a
través del pasaje del humanista holandés que la contenía y de donde se tomó.
La
traducción de las distintas unidades de contenido englobadas en los In Aphthonii progymnasmata scholia es clara y fluida, y consigue hacer muy legible
en español unos textos no siempre de fácil intelección y de carácter
variopinto, donde se aúnan distintas procedencias, manos diferentes y estilos
diversos, en prosa y en verso, ya que juntos quedaron en el volumen de 1567 no
solo el latín de Agrícola y el de los escolios de Mal Lara, sino también el del
Author innominatus
de rhetoricis, el del apéndice sobre las figuras
de Despauterio y el de los textos preliminares de la
obra (carta dedicatoria y poemas), que responden a codificaciones literarias
alejadas del carácter didáctico y operativo del resto del material. Así, por
ejemplo, frente a los escolios, privados de cualquier preciosismo y destinados
a transmitir información sin ambigüedades, los epigramas ofrecen lugares
sujetos a la interpretación. Tal sucede con el primer dístico situado bajo el
retrato que de Mal Lara hiciera Juan Bautista Vázquez, cuya diferente
intelección se refleja en las oportunas traducciones: la que aparece en Los
principios de retórica de Aftonio, donde artis opus se vierte como “trabajo de la
retórica” en referencia al propio manual en cuyos preliminares aparece (p.
189), y la de Escobar Borrego (Poesía
dispersa …, p. 293) ), que lo
entiende como “obra de arte” en alusión al grabado cuyos elementos simbólicos
describe (la agradecida cigüeña que ha levantado el vuelo sobre los libros y
lleva el pico cargado de alimento).
Un
elemento auxiliar fundamental para moverse en la selva de referencias incluidas
en tamaño material es el abundantísimo aparato de más de seiscientas notas de
amplio espectro, que identifican citas, comentan tecnicismos, aclaran
referencias a pasajes de la literatura antigua y de su tiempo, remiten a textos
de Mal Lara, informan sobre emblemas, etc., una tarea minuciosa, pero
imprescindible y muy de agradecer en una obra de interés para estudiosos de
ámbitos de conocimiento diferentes pero colindantes (clasicistas, hispanistas,
historiadores de la educación y de la retórica, etc.).
La
parte textual del volumen editado en 2021 va precedida de apartados
preliminares y posliminares. Constituyen los primeros
una completa introducción destinada a la biobibliografía de Mal Lara
-enriquecida con la inclusión de la semblanza de Francisco Pacheco y la elegía
de Fernando de Herrera- y al estudio de
los In Aphthonii progymnasmata
scholia, donde se abordan con solvencia
cuestiones sustanciales sobre la naturaleza de la obra (su posición en el
panorama de las ediciones y traducciones de Aftonio,
estructura, fuentes y contenidos) y se
especifican los criterios sobre los que se sustenta la edición moderna de este
volumen que fue parte nuclear del programa pedagógico del humanista sevillano.
Los posliminares, por su parte, incluyen útiles
herramientas para el investigador: un glosario de autores (pp. 331-358), en su
mayoría humanistas, de los que una parte, sobre todo en el caso de los
extranjeros, puede resultar poco familiar al lector, y un índice onomástico y
topográfico (pp. 359-362). Cierra el volumen un índice de las cinco
ilustraciones contenidas en el libro, entre las que se encuentra el retrato lumine uiuo que de
Mal Lara hiciera Juan Bautista Vázquez y que, en palabras del pedagogo
hispalense, le representa aetatis meae XLII anno, una expresión
ordinal que, tomada en su literalidad (“en el año cuadragésimo segundo de mi
edad”), implicaría que en esa fecha el humanista no tenía “cuarenta y dos años”
(p. 189), sino cuarenta y uno.
En
conclusión, Los Principios de retórica de Aftonio
con anotaciones de Juan de Mal Lara, fruto del dilatado trabajo de un
equipo investigador bien cohesionado, constituyen una significativa aportación
que celebramos los interesados por los manuales con los que se enseñaron los
rudimentos de la retórica en el s. XVI. Las ediciones modernas con traducción
anotada de los libritos compuestos en latín para la docencia del ars dicendi en
nuestro periodo áureo son un material filológico de primera necesidad que hace
visible el papel crucial de los clasicistas para ahondar en el conocimiento de
lo que se aprendió y practicó en las escuelas donde se formaron las plumas de
nuestra literatura vernácula.
M.ª
Violeta Pérez Custodio
Universidad
de Cádiz
[1] Aunque
todos los editores se responsabilizan del conjunto, la parte específica de la
que se ha ocupado cada uno se detalla en la p. 52.
[2] Actualmente la Biblioteca Virtual de
Andalucía ofrece la posibilidad de acceder a un ejemplar digitalizado, mútilo
de portada y de las primeras páginas, con parte de los preliminares
encuadernados al final y afectado también de carencia de algunas páginas en el
interior, que parece coincidir con la descripción que del ejemplar preservado
en la Real Academia de la Historia (3/892 (1)) se ofrece en la p. 21 de la obra
reseñada. Por otra parte, F. J. Escobar Borrego, editor de la poesía del
humanista, menciona un ejemplar conservado en la Biblioteca de Ajuda (cf. Juan
de Mal Lara, Poesía dispersa vernácula y latina, México: Frente de
afirmación hispanista, A. C., 2015, p.46, n. 98). Para el ejemplar arriba mencionado, http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/es/catalogo_imagenes/grupo.do?path=89441.
[3] La corrección de uis en uir en
la lista de adagios que se anotan en los escolios (p. 81) resulta pertinente,
puesto que el propio Mal Lara en su Philosophia vulgar recoge el adagio
latino pecuniae uir (“hombre de dinero”) en la glosa “El dinero hace al
hombre” (Sevilla, 1568, fol. 280r), aunque la traducción que se da del
sintagma, “el poder del dinero” (p. 198), da la impresión de no seguir la
citada enmienda. Dentro de esta misma lista, la traducción “El hombre es de
barro” (p. 198) sí se corresponde con el sintagma Homo fictilis (p. 81),
resultado de la corrección de homo futilis, lectura que aparece en 1567,
si bien se trata de una decisión filológica arriesgada porque tanto homo
futilis como homo fictilis se encuentran en la colección de adagios
erasmianos (vé, por ejemplo, en Adagiorum chiliades quattuor, Basilea
1574, pp. 497 y 493).