DESIRER QUE RAVAILLAC EUST LEU MARIANA: LA SEGUNDA CONDENA DE MARIANA EN LA CENSURA DE LA RESPONSE APOLOGETIQUE À L’ANTICOTON

 

 

DESIRER QUE RAVAILLAC EUST LEU MARIANA: THE CENSURE OF THE RESPONSE APOLOGETIQUE À L’ANTICOTON AND THE SECOND CONDEMNATION OF MARIANA

 

Francisco Sánchez Torres

 

 

Resumen: La primera condena a los libros De Rege et Regis institutione por parte de la Sorbona, con fecha de 4 de junio de 1610, se produjo en un contexto de frenética producción propagandística e intelectual que tuvo como objetivo desprestigiar a la Compañía de Jesús. A raíz de la presunta involucración de algunos de sus miembros en hechos como los intentos fallidos de asesinato de Enrique IV de Francia o, posteriormente, el intento que sí tuvo éxito, numerosos panfletos y otros textos usaron las palabras de Mariana como causa de acusación principal. También se echó manos de otros autores como Ribadeneira o Belarmino. La intervención de Pierre Coton con su Lettre déclaratoire no apaciguó a sus enemigos, sino que avivó el ya encendido debate. La respuesta más destacada fue el Anticoton, que obtuvo respuesta por parte de un padre jesuita no identificado en la Response apologetique à l’Anticoton. Tal respuesta obligó a la Sorbona a reunirse de nuevo para decretar una segunda condena a Mariana y una primera a este texto. Este trabajo transcribe la censura publicada por la Sorbona el 1 de febrero de 1611.

 

Abstract: When Juan de Mariana’s book, De Rege et Regis institutione, was first condemned by the Sorbonne on 4th June 1610, it happened in the context of frenzied intellectual, and propagandistic production against the Jesuits. Some of its members had been accused of conspiring and collaborating with the perpetrators of several failed murder attempts on King Henry IV of France. The successful attempt which took the king’s life in 1610 therefore became the main reason for a new attack on the Society of Jesus, and Mariana’s words – among other authors with fewer citations – were taken as a scapegoat. The intervention of Pierre Coton, who published a Lettre déclaratoire, did not prevent the conflict from escalating. Rather, he turned out to be the aim of the treatise Anticoton. Thereafter, another Jesuit published a Response apologetique à l’Anticoton, which was subject to examination by the Sorbonne. The members of the institution issued a censure, which condemned the Réponse apologetique and at the same time reiterated the previous decree against De Rege. This paper transcribes and examines the censure.

 

Palabras clave: Mariana, De Rege, Anticoton, Réponse apologetique, Sorbona, censura.

Keywords: Mariana, De Rege, Anticoton, Réponse apologetique, Sorbonne, censorship.

Fecha de recepción: 1.10.2024

Fecha de aceptación: 3.12.24

 

1. Introducción

 


E

l tratado De Rege et Regis Institutione, escrito por el jesuita español Juan de Mariana en 1599, ha sido objeto de intensos debates y controversias desde su publicación.[1] Este tratado, que aborda la naturaleza del poder real y la legitimidad del tiranicidio,[2] provocó una reacción inmediata y vehemente en Francia.[3] En 1610, tras el asesinato del rey Enrique IV, la Sorbona condenó el libro y ordenó su quema, acto que desencadenó una serie de panfletos políticos y escritos polémicos.

En un estudio previo, he analizado la recepción de la obra de Mariana en los panfletos políticos desde 1609 a 1611, destacando la persecución que sufrió Pierre Coton, confesor del rey Enrique IV, y la publicación de textos como el Anticoton y el Antimariana.[4] Sin embargo, la polémica en torno a la doctrina del tiranicidio de Mariana no se detuvo en 1611, y durante los años siguientes continuó el debate.

Propongo un estudio de uno de los documentos que más respuesta generó, la Response apologétique à l’Anticoton. Podría parecer una curiosidad que la respuesta a una respuesta el Anticoton respondía a la Lettre déclaratoire de Pierre Coton, que a su vez era una declaración en respuesta a las acusaciones sobre la influencia de los libros De Rege et Regis institutione en el magnicidio de Enrique IV, sea objeto de un estudio de recepción. Todo lo contrario, las palabras de Mariana, ya en 1611, se habían transformado en una continuidad de lugares comunes a fuerza de la repetición. A través de esta serie de trabajos pretendo demostrar con precisión cómo la persecución contra los jesuitas encontró en la obra de Mariana un documento conveniente que por la propia naturaleza del discurso iría retorciéndose hasta perder su significado.

 

 

2. La «doctrina de Mariana»: los panfletos políticos contra Mariana, Coton y la Compañía de Jesús

 

Estos panfletos políticos cumplieron su labor, pues pronto se popularizó en esos escritos el concepto de la «doctrina de Mariana». Si bien en los textos se habla de Ribadeneira, de Belarmino, de Scribanius y de otros de los considerados apologetas del tiranicidio, todos ellos siguen la doctrina de Mariana. Esta no es otra que la negación del decreto del Concilio de Constanza, donde se prohíbe expresamente el apoyo ideológico al asesinato de los gobernantes.

Estos panfletos, como ya revisé en un trabajo anterior a este, estallan a partir del asesinato de Enrique IV en 1610 por François Ravaillac.[5] Pese a que este negara haber leído a Mariana, el arresto de la Sorbona contra el tratado De Rege y su condena a la quema pública alimentaron una corriente de textos que utilizó pasajes de la obra del jesuita para sus argumentos.[6] Gracias a la repetición constante, tales pasajes se podrían considerar fosilizados en la literatura panfletaria.

El primero que ganó capital importancia fue el Antimariana ou réfutation des propositions de Mariana, escrito por un tal Michel Roussel de la Sorbona. Este documento, como su nombre indica, respondía a los argumentos del padre jesuita en una exaltada defensa de la monarquía francesa, a juzgar por los varios insultos que adornan sus pasajes. No sería descabellado considerar que fue el Antimariana el texto que impulsó esta insistencia en la «doctrina de Mariana». Al anexar la censura al texto, la yuxtaposición reforzó el sentido.

Ante el descrédito que sufrieron los jesuitas, Pierre Coton, que había tenido una estrecha relación con el malogrado rey, publicó una Lettre declaratoire dedicada a la reina regente. En ella el jesuita negaba los vínculos de los miembros de la Compañía con la apología del tiranicidio. Con respecto de Mariana, basta con que me remita a este otro trabajo y resuma. Coton no apoyó a Mariana, sino que buscó aislar el pensamiento del talaverano, «dejándole el particular».[7]

La carta de Coton produjo el efecto contrario al deseado, y se saldó con un Anticoton. Tras haber negado a Mariana, Coton se vio paradójicamente puesto en los zapatos del jesuita de Talavera. Tanto la Lettre déclaratoire como el Anticoton conocieron numerosas traducciones a otras lenguas europeas como el inglés, el alemán, el italiano, el neerlandés y, por supuesto, el latín. Este Anticoton igualaba el texto de Coton al de Mariana, así como al de otros jesuitas ya citados, como Ribadeneira o Belarmino. A través de los argumentos, intentaba demostrar que existía una coherencia entre sus ideas, cuyo último objetivo era someter a los reyes a la autoridad papal en las cuestiones civiles.

En este juego continuo de respuestas no pudo faltar una Response apologetique à l’Anticoton, firmada por un padre jesuita no identificado, cuyo contenido más señalado detallo a continuación. Sin embargo, reviste de suma importancia la presentación de algunos datos que problematizan esta Response apologetique de una forma que no había sido contemplada anteriormente ni, salvo error, ha sido constatada antes por la bibliografía que ha anotado la existencia de este texto.

 

 

3. Algunas notas críticas sobre las ediciones de la

Response apologetique

 

Una vez que he centrado mi atención en este tratado y he comenzado a buscar los diferentes ejemplares, me he topado con un hecho de grandísimo interés: si bien hay tratados que indican que la Response apologetique había sido compuesta por «un padre de la Compañía de Jesús», como indiqué en el párrafo superior, pueden encontrarse tratados firmados por un tal François Bonald, de la misma fecha.

El padre jesuita Bonald era en aquel tiempo el rector del colegio jesuita de Chambéry. Las noticias documentales que aparecen sobre él están vinculadas a su labor en la supervisión de la construcción de dicho colegio. Bonald comenzó por la iglesia, después los jesuitas fundaron el colegio, que se transformó posteriormente en el Gran Seminario de Chambéry.[8]

Así, existen dos corrientes de impresos publicados entre 1610 y 1611, a juzgar por las varias reimpresiones. Presento, a continuación, una lista de las ediciones que he recopilado, y al final de cada registro indico entre paréntesis un código para identificar cada obra durante el resto del estudio:[9]

1.      Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, par François Bonald, de la Compagnie de Iesus, au Pont, par l’Imprimeur de l’Université, 1610 (RF1).

2.      Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, par un Pere de la Compagnie de Iesus, à Paris, jouxte la coppie imprimée au Pont, par Michel Gaillard, 1610 (RP1).

3.      Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, par François Bonald, de la Compagnie de Iesus, au Pont, par Michel Gaillard, 1611 (RF2).

4.      Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, par un Pere de la Compagnie de Iesus, au Pont, par Michel Gaillard, 1611 (RP2).

5.      Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, par un Pere de la Compagnie de Iesus, seconde edition, revueuë et augmentée par l’Autheur, à Paris, chez Ioseph Cottereau, ruë sainct Iacques, à la Prudence, avec Privilege du Roy, et approbation des Docteurs, 1611 (RP3).

 

RF1 debería contemplarse como la primera edición, cuyo impresor aparece vinculado a la Universidad de la Sorbona. RP1 tuvo que surgir en respuesta a RF1, o eso es lo que deduzco del origen de la impresión aportado por el mismo ejemplar: «jouxte la coppie imprimée au Pont». Necesariamente tuvo que surgir de RF1 para llevar tal distintivo. A diferencia de RF1, la edición con código RP1 incluye un soneto antes de la carta dedicatoria a la reina regente.

Al año siguiente, RF2 ya se distingue de la anterior impresión por llevar el nombre de su impresor, Michel Gaillard, e incluir el soneto que aparece en RP1. Por otro lado, RP2 lleva el sello de impresión de la Compañía de Jesús y recupera también el soneto.

La segunda edición, RP3, lleva nuevamente el sello de la Compañía, pero esta vez el impresor cambia, siendo Joseph Cottereau, y lo que es de suma importancia porta el privilegio del rey para su impresión y la aprobación «des Docteurs», sin especificar si esos doctores son de la Compañía o de la Universidad, ya que Cottereau fue impresor universitario. Junto al soneto, se añaden otras dos composiciones poéticas que juegan con el nombre de Coton y el romano Catón.

Las cajas de los textos, si las comparamos, son iguales. La diferencia entre la corriente RF y la RP es que la primera da como autor a François Bonald en el frontispicio de la obra y al final de la carta dedicatoria a la reina regente. Sin embargo, todas las ediciones finalizan con la firma «L’un des Peres de la Compagnie de Iesus». Por lo tanto, las principales variantes se sitúan al principio del texto, pero los elementos propios del impreso, como son la caja del texto y los tipos, se mantienen con mínimas variaciones, dejando, a falta del mayor detalle de un análisis automatizado, el mismo cómputo de líneas y cortes de palabras.

 

 

4. Algunas hipótesis sobre el origen de la vida textual de la

Response apologetique

 

Estos avatares textuales producen cierta confusión. ¿Por qué había dos genealogías para un mismo texto? ¿Por qué primero firma como François Bonald y luego como un anónimo padre de la Compañía? De igual forma, ¿qué razones sustentan que estas dos corrientes textuales se vendieran una junto a la otra? Los datos, por insuficientes, dan pie a cierta especulación o, al menos, a una vinculación un tanto analógica entre los varios hechos sucedidos en la Sorbona entre 1610 y 1611 en relación con la recepción de la obra de Mariana.

No se desprende de los textos ninguna fecha exacta de publicación, pero es evidente que RF1 antecede a RP1, al aludir la última a la primera. Desde ese momento, la edición anónima añade elementos, como el poema, que aparecen inmediatamente replicados en la siguiente reimpresión, RF2. Como réplica a RF2 aparece RP2 y todo atisbo de competición desaparece cuando RP3 presenta una edición revisada y aumentada.

Puede ser que la línea textual RF se trate de un intento de asociar el texto a un jesuita concreto, a saber, François Bonald, para provocar un efecto parecido al ya visto con Mariana-Antimariana y Coton-Anticoton. Habida cuenta del contenido del texto y de lo infructuosas que fueron las tentativas de los jesuitas por explicar su posición ante el tiranicidio y desvincularse, o matizar, las palabras de los más polémicos de sus miembros, no puede descartarse que este texto fuera publicado por rivales de la Compañía.

Para corroborar esta hipótesis se puede acudir al hecho de que todas las ediciones estén firmadas por un padre jesuita anónimo al final. Esto supondría hasta cierto punto una incoherencia con firmar primero como François Bonald y luego como un padre jesuita anónimo. Además, RF1 indica dónde se imprimió, pero no su impresor, mientras que la anónima sí identifica al impresor, cosa que luego recuperaría RF2. RP3, sin embargo, cambia de impresor.

Es más, la segunda edición lleva un privilegio real, de forma que su copia no autorizada quedó ilegalizada. Si no hay RF3, cabe pensar que son las RF versiones no autorizadas. ¿Qué sentido tiene, si RF1 vino en primer lugar? Tal vez RF1 origine el conflicto entre estas dos líneas textuales, pues se trató de una primera impresión no autorizada de una obra que estaba en proceso de impresión.

Manteniendo presente que, de momento, estas ideas parten de la especulación que permite la escasez de datos, sí que es posible llegar a una conclusión clara: que la aparente unanimidad de la Sorbona en la condena de 1610 al libro de Mariana no fue tan unánime como la literatura científica ha venido a defender. Este juego de acusaciones de autoría, falsas o reales, y saltos entre impresores asociados a la Universidad revela que la misma Sorbona se vio sacudida por sus propias decisiones.

La censura de la Response apologetique, publicada el 1 de febrero de 1611 en la Sorbona, añade mayor controversia, si cabe, al asunto.

 

 

 

 

5. El decreto de censura de la Sorbona en 1611

 

La Facultad de Teología de la Sorbona se reunió el 1 de febrero de 1611 y censuró públicamente el contenido de la Response apologetique. A diferencia de la censura a la obra de Mariana, esta no incluía el secuestro y quema de los libros, sino simplemente un rechazo expreso a la doctrina contenida en estos. La razón de esta reunión y de la censura fue que se acusó al libro de incluir falsos testimonios de doctores de la Sorbona, expresos sin consentimiento de la Universidad. Transcribo, a continuación, el texto de la censura y la exégesis posterior:

Censure par la sacrée Faculté de Théologie de Paris, de la doctrine d’assassiner les Roys, contenüe au liure intitulé La responce à l’Anticoton. Plus une Analyse ou discours sur la precedente censure par aucuns de la mesme sacrée Faculté de Théologie de Paris.

Anno Domini millesimo sexcentesimo undecimo, die prima Februarii, sacra Theologiae Facultas Parisiensis, post solemnem Missam de Sancto Spitiru, sua ordinaria celebrauit comitia, in Aula Collegii Sorbonae, super sequentibus articulis. Primo, recognita et obsignata est conclusio facta die quarta Ianuarii. Secundo, Dominus Syndicus retulit, quemdam ex patribus Societatis IESV, nuper euulgasse Apologiam quae haec nominatim habet. Quodammodo desiderandum fuisse ut Rauaillacus legisset Marianam, quoniam Mariana diserte et expresse docet, principem legitimum non posse occidi ab ullo particular, sua priuata auctoritate: hácque in re nihil dicere, quod non congruat Synodo Constantiensi, et decretis Sorbonae. Cuiusquidem locutionis ambiguitate, praedictus auctor Apologiae nititur persuadere, sententiam Marianae, aliqua in re eum decretis Scholae Parisiensis, aduersus regum et Principum parricidas, conuenire: maxime autem, quod nonnulli, ex honorandis magistris, ipsa facultate inconsulta, et contra morem ante usitatum, in fronte eiusdem Apologiae testentur; se nihil quicquam reperiisse in praedicta Apologia quod non sit maxime et peculiariter conforme doctrinae totius facultatis Parisiensis: unde proculdubio continget, ut non modo Galli, verumetiam exterae nationes, quae illam Apologiam legerint, arbitrentur Scholam Parisiensem etiam Concilium Constantiense reiicere, sicut reiicitur à Mariana: et consequenter licitum esse priuatis personis, propria auctoritate, et quaesito colore tyrannidis sceleratas manus sacris regum personis inferre. Quocirca idem Dominus Syndicus rogauit facultatem, quatenus prouideret ne ex eiusmodi assertione, decretum Scholae Parisiensis superiore anno, ad normam Constantiensis Synodi, pro regum et Principum salute constitutum, penitus euerteretur. Quibus auditis, sacratissima Theologiae facultas, decimam quintam sessionem Concilii Constantiensis, suasque conclusiones cum praedicta Apologia, et libro Ioannis Marianae, diligenter contulit ac subdactis omnium Magistrorum rationibus. Primo censuit, auctorem Apologiae, haec non satis considerate scripsisse. Nempe quodammodo desiderandum fuisse, ut Rauaillacum legisset Marianam, quoniam Mariana diserte et expresse docet, Principem legitimum non posse occidi, ab ullo particulari sua priuata auctoritate: hacque in re nihil dicere, quod non congruat Synodo Constantiensi et decretis Sorbonae. 2. Eadem facultas declarauit, Marianam nullo modo vel cum Synodo Constantiensi, vel cum suis conclusionibus hac in parte conuenire. Neque propterea tamen, se vllam notam praedictae Apologiae hic inurere, sed tantummodo mentem suam de praefato Concilio, quod repudiatur à Mariana, propriisque decretis velle aperire Tertio omnibus et singulis magistris Theologiae prohibuit, ne deinceps publice attestentur doctrinam alicuius libri, esse conformem doctrinae facultatis Theologiae, antequam super ea re facultatem ipsam consuluerint, eiusque consensum, in publicis comitiis legitime impetrauerint. Quarto ne iidem Magistri in suis approbationibus nomen Sorbonae dehinc vsurpent nisi eorum attestatio publicis etiam comitiis vt moris est diserte auctorata et comprobata fuerit.

L’an de Nostre Seigneur, mil six cents vnze, le premier iour de Feurier, la sacree Faculté de Theologie de Paris après avoir solemnellement celebré la Messe du S. Esprit, a tenu son assemblee ordinaire en la salle du ColIege de Sorbonne, pour resoudre des articles suivants: Premièrement, la concIusion faicte le quatriesme Ianuier a esté reueuë et confirmée. Secondement le Syndic a rapporté, que depuis peu de iours vn des Peres de la Societé de Iesus, a mis en lumière vne Apologie contenant ces propres termes: Qu’il seroit en certaine maniere à desirer que Rauaillac eust leu Mariana, car disertement et expressement Mariana enseigne, Qu’un Prince legitime ne peut estre tué par vn particulier de son auctorité privee, ne disant en cela que ce qui est au Concile de Constance, et aux Decrets de Sorbonne. Que par l'ambiguité de ces pa­roles l'Autheur de ladite Apologie s'efforce de persuader que Mariana est aucunement d'accord auec les Decrets que l’Eschole de Paris a faicts contre les parricides qui attentent aux personnes sacrees des Roys et des Princes: Consideré mesme qu'aucuns Docteurs sans auoir eu l'aduis de la dicte Faculté, et contre la coustume vsitée en icelle: Au commencement de ladicte Apologie certifient qu'ile n’y ont rien trouué qui ne soit tres-conforme à la doctrine de la Faculté de Paris. Que sans doubte, les François et Estrangers qui liront ladite Apologie, estimeront que l’Eschole de Paris reiecte le Concile de Constance, ainsi que fait Mariana: et consequemment qu’il qu’il soit loisible aux personnes particu­lieres et de leur auctorité priuee, soubs pretexte de tyrannie, d'attenter aux per­sonnes sacrees des Roys et des Princes: C'est pourquoy ledict Syndic a suplié ladicte Faculté de pourueoir à ce que son decret de l'annee passee faict conforme­ment à la constitution du Concile de Constance pour la seureté et conseruation de la vie des Roys et des Princes ne demeure aneanty par vn tel dire et attestation.

Ce qu’entendu, ladicte Faculté après auoir bien et diligemment conferé la quinziesme session du Concile de Constance et ses conclusions avec ladicte Apologie & le liure de Iean Mariana, & pris les opinions de tous les Docteurs, est d'aduis, Premierement que l'Autheur de ladicte Apologie n'a escrit assez considerément ce qui s'ensuit : Qu’il seroit en certaine maniere à desirer , que Rauaillac eust leu Mariana : car disertement & expressement Mariana enseigne, qu'un Prince legitime ne peut estre tué par un particulier de son auctorité priuee: ne disant en celà que ce qui est au Concile de Constance, aux decrets de Sorbonne. Secondement la mesme Faculté declare, que Mariana ne s'accorde en façon du monde ny auec le Concile de Constance, ny auec les conclusions d'icelle Faculté: Et neantmoins qu'elle n'entend en cela noter de censure ladicte Apologie, ains seulement veut faire entendre son sens & sa doctrine, tant sur ledict Concile lequel Mariana reiette, que sur ses propres decrets. En troisiesme lieu, elle defend à tous Docteurs tant en general qu'en particulier, de tesmoigner à l'aduenir publiquement que la doctrine de quelque liure soit conforme à la doctrine de ladicte Faculté de Theologie, sans au prealable avoir legitimement obtenu permission & adueu de ladicte Faculté en cogregation publique. Quatriesmement, elle defend ausdicts Docteurs de n'vsurper cy-apres en leurs approbations le nom de Sorbonne sans les auoir expressement faict auctoriser & confirmer en vne assemblee publique de ladicte Faculté comme l'on a de coustume.

ESTAT de la question agitee en Sorbonne le premier iour de Feurier mil six cents vnze.

Sçauoir, si Mariana en son liure du Roy de l'institution Royalle, est d'accord en quelque chose auec le Concile de Constance & les Decrets de Sorbonne.

L'Autheur de l'Apologie contre l'Anticoton, tient la partie affirmatiue page 43. de l'impression de Paris, & en parle en ces termes: Il seroit en certaine maniere à desirer, que Rauaillac eust leu Mariana : car disertement & expressement Mariana enseigne, qu'un Prince legitime ne peut estre tué par un particulier de son auctorite priuee : ne disant en cela que ce qui est au Concile de Constance et aux decrets de Sorbonne : Ce n'est pas qu'il n'ait failly apres, quand il a determiné le iugement public à l'approbation des Doctes.

Le mesme Autheur pour confirmation de son dire, a faict approuuer son Apologie par quatre Docteurs de la Faculté de Theologie de Paris, lesquels au desceu & sans l'adueu de ladicte Faculté, & contre la coustume de tout temps vsitee en icelle, tesmoignent n'auoir rien trouué en ladicte Apologie Qui ne soit tres-conforme à la doctrine des Vniuersitez de la Chrestienté, & particulierement de la Faculté de Theologie de Paris. Attestation bien hardie , & qui excede du tout le pouuoir de ceux qui attestent , lesquels ont vsurpé le nom de Sorbonne en leur attestation, pour persuader au peuple qu'elle estoit authorisee de toute ladicte Faculté.

Ceux qui defendent la partie contraire disent en premier lieu, Que de droict diuin & naturel , la Faculté de Theologie de Paris est obligee de defender son honneur, de s'opposer à toute doctrine erronée, d'en aduertir le peuple : & que ceste obligation redouble quand on veult couurir, colorer, ou publier vne telle doctrine soubs le nom & auctorité d'icelle Faculté, ainsi qu'il semble que l'on veult faire par ladite proposition & attestation , qui asseure Estre en certaine maniere a desirer que Rauaillac eust leu Mariana : & que Mariana ne dict en certaine chose que ce qui est au Concile de Constance & aux decrets de Sorbonne. Toutesfois il est tout euident que Mariana rejette non seulement l'authorité, mais aussi aneantit la doctrine salutaire du Concile de Constance, sur lequel le decret de Sorbonne du 4. Juin 1610. est singulierement fondé : car la Faculté de Theologie, n'a peu valablement declarer heretique ceste pernitieuse & diabolique doctrine, sinon en vertu dudit Concile de Constance : donc le Concile estant destruit par la doctrine de Mariana le susdit decret de Sorbonne ne peut subsister en façon du monde : & consequemment la vie des Roys & des Princes est exposée à la mercy des meurtriers : Secondement l'on denie que Mariana soit d'accord en aucune chose n'y auec le Concile de Conftance , n'y auec les decrets de Sorbonne , qui enseignent absolument qu'il n'est permis a aucun particulier de tirer, soubs quelque pretexte que ce soit ; au contraire Mariana dict, qu'il est loisible aux particuliers de tuer de leur priuée authorité pour quatre causes, 1. Quand l’on ne peut assembler les Estats : 2. Quand l’on ne peut auoir la sentence du superieur pour declarer ou condamner le Tyran ; 3. Quand l’on a le voeu & l'intention publique. 4. Quand l'on n'est obligé, par aucun serment particulier confirmatif de quelque amitié ou confederation. En troisiesme lieu l’on maintient que la doctrine de Mariana aux lieux plus fauorables que l'on pourroit choisir pour deffendre l'Apologie susdite, ne peut seruir que pour excuser & iustifier Rauaillac, Clement, Barriere, Chastel, Ridecouë, & tous les autres, Parricides qui de faict ou de volonté determinée ont attenté à la vie de nos Princes.

Ceux qui soustiennent la proposition de l'Autheur de l'Apologie alleguent deux passages de Mariana qu'ils jugent fauorables à leur opinion ; le premier est au 6. Chapitre du premier liure pag.60. de l'impression de Maience : Par ainsi, dit Mariana, la question de fait est en dispute, sçauoir qui est celuy que l’on doit iustement tenir pour Tyran: Celle de droit est toute claire et notoire : sçauoir qu'il est loisible de tuer un Tyran et ne faut pas craindre qu'à c'est exemple plusieurs entreprennent d'attenter à la vie des Princes ne plus ne moins que s'ils estoient Tyrans : attendu que nous ne commettons ny au iugement d'aucun n'y de plusieurs particuliers de declarer un Prince Tyran ; que si l'on n'est assisté de la voix publique du peuple, il fault prendre conseil des hommes doctes graues. O que les affaires humaines se porteroient bien, s'il se trouuoit plusieurs hommes de grand courage, etc. Duquel passage l'Autheur de l'Apologie contre l'Anticoton entend parler, ainsi que ces propres termes le demonstrent, pag. 44. de l'edition de Paris: Ce n'est pas, dit- il, que Mariana n'ait failli quand il a determiné le iugement public à l'approbation des doctes, etc.

Icy l'on doit remarquer que ce premier passage est comme la conclusión de tout ce que Mariana traitte au chapitre 6. et contient deux parties, la premiere desquelles appartient à la question de droit que Mariana dict estre si notoire et euidente, que l'on n'en peut aucunement douter. C'est pourquoy il n'en parle point en cest endroict, sinon qu'il appelle question de droit Estre permis de tuer un Tyran : Et se plaint fort de ce qu'il ne se trouue plusieurs Clemens, plusieurs Barrieres, plusieurs Chastels et Rauaillacs, O que les affaires humaines , dit-il, se porteroient bien , s'il se trouuoit plus grand nombre d'hommes de grand courage, qui mesprisassent leur propre vie et leur salut, pour la liberté de leur patrie : mais le mal est que le desir de conseruer sa vie en retient plusieurs en crainte, souuentesfois empesche de grandes entreprises : La seconde partie du mesme passage explique la question de fait, Mariana appelle question de faict, La declaration ou iugement par lequel vn Prince est declaré Tyran. Et sur cela il enseigne trois choses, Premierement, qu'il n'appartient à vn ny à plusieurs particuliers de declarer, ou donner sentence pour condamder vn Tyran. Secondement que la voix publique du peuple sert de iugement pour declarer vn Prince legitimement conuaincu de tyrannie. Chose qui est tres-fause et tres-seditieuse: Ioint que le peuple est vn monstre à plusieurs testes, lequel estant eschauffé par quelque seditieuse harangue, courroit incontinent aux armes pour tuer mesmes les meilleurs Princes: ou bien suyaunt les detestables preceptes du 7. Chapitre de Mariana, auroit recours aux poisons. Et en troisiesme lieu, Mariana asseure qu'au deffaut de la voix publique du peuple, l'on doit auoir recours au conseil des hommes doctes & graues : Opinion qui est tres-fause & tres-seditieuse, et en outre contient vne manifeste contradiction. Mariana se deuoit souuenir qu'en ce mesme pasage il auoit tres-disertement enseigné, que la declaration ou iugement pour condamner le Tyran, ne dependoit ny d'vn seul, ny de plusieurs particuliers: neantmoins il la defere maintenant aux hommes doctes et graues : Mais si nostre Sauueur en S. Luc chapitre 12. voiant vn certain homme qui l'importunoit de commander à son propre frere qu'il partageast auec luy la succession & heredite commune de leur pere, respondit en ces termes Mon amy, qui m'a estably sur vous autres pour Iuge et distributeur des possessions terriennes? Combien est-il moins permis à ces doctes & graues personnages, de quelque qualité qu'ils puissent estre, de declarer les Princes Tyrans, et les exposer à la fureur des meurtriers qui leur a donné ceste auctorité.

Donc ce n'est pas en vne seule chose que Mariana a failly en ce premier passage, ains en plufieurs tres-importants au salut public et à la vie des Rois & des Princes : Ioinct qu'il defere la declararation et l'execution, c'est à dire, qu'il permet aux particuliers de declarer et de tuer les Tyrans : Et consequemment il destruict non seulement l'authorité, mais aussi la doctrine et definition du Concile de Constance, et des decrets de Sorbonne : au moyen dequoy il ne conuient en rien du monde auec iceux quoy que veuille dire l'Autheur de l'Apologie par ces termes ambigus, Ne disant en cela que ce qui est au Concile de Constance, & aux decrets de Sorbonne ; Ce n'est pas qu'il n'ait failly quandil a déterminé, etc.

Icy nous prions le Lecteur de remarquer s'il y a aucune chose en ce premier passage, qui ayt peu seruir à destourner l'execrable Rauaillac de sa maudite entreprise, et s'il y a suject de dire, qu'il seroit à desirer qu'il eust leu Mariana.

Examinons l'autre passage qui est sur la fin du 6. chapitre page 62. et 63. de l'edition de Maience Mariana ayant resolu que l'authorité du Concile de Constance ne doit apporter aucun scrupule aux particuliers qui voudroient attenter à la vie des Princes, parce qu'il tient ledit Concile pour illegitime. En suitte de cela, il rend la raison qu'il pense auoir induict les Peres du Concile à condamner ceux qui entreprennent de tuer les Tyrans, & en parle ainsi, A proprement parler les Peres auoient intention de condamner la vanité de Iean Petit Theologien de Paris, lequel excusoit le meurtre du Duc d'Orleans commis à Paris par le Duc de Bourgongne, soubs pretexte qu'il estoit loisible aux particuliers de leur priuee authorité de tuer un Tyran : Chose qui n'est point licite, principalement quand on viole son serment, ainsi qu'auoit faict le Duc de Bourgongne : et quand l'on n'a pas attendu la sentence du Superieur quand l'on a moien de l'obtenir, car c'est ainsi que les Peres du Concile parlent.

Mais tant s'en faut que le susdict passage puisse confirmer le dire de l'Autheur de l'Apologie , qu'au contraire il pourroit seruir pour iustifier le detestable parricide Rauaillac : & monstre clairement que Mariana ne s'accorde en façon du monde auec le Concile de Constance, puis qu'il en falsifie le decret, afin d'en aneantir la doctrine & resolution, car ces termes C’est à sçauoir quand l'on a le moien d'obtenir la sentence du Superieur ne se trouuent point aux Actes du Concile : neantmoins Mariana afferme confidemment, Que les Peres du Concile parlent ainsi : & d'auantage conclud A contrariis, que le Concile a definy estre loisible aux particuliers de leur priuee authorité de tuer les Tyrans en deux cas : Premierement, pourueu que l'on ne viole aucun serment particulier, ainsi que le Duc de Bourgongne l'auoit violé, ayant faict amitié auec le Duc d'Orleans confirmee par vn serment special : Secondement, lors que l'on ne peut auoir sa sentence du Superieur pour declarer le Tyran, Voicy sa resolution en la page 60. de l'edition de Maience, Vous demanderez, dict Mariana, ce qu'il faut faire au cas que l'on ne puisse assembler les Estats, chose qui peut souuent arriuer. Certainement selon mon aduis l'on doit faire ce que l'on feroit si la Republique estoit opprimee par la tyrannie du Prince : car le moien estant osté aux Citoyens de s'assembler, la volonté pourtant ne leur manque de ruiner la tyrannie, de venger les meschancetez notoires et insupportables du Prince, et de reprimer ses cruels efforts, comme s'il renuersoit la Religion du pays, et introduisoit en l'Estat les ennemis publics, quant à moy i'estimeray celuy qui fauorisant au voeu & intention publique s'efforcera de tuer un tel Prince, n'auoir commis aucune iniquité : Or nous reduirons toutes ces preuues à vn sillogisme.

Quiconque falsifie la constitution du Concile de Constance sur laquelle le decret de Sorbonne est singulierement fondé, n'est aucunement d'accord, ny auec le mesme Concile, ny auec le decret de Sorbonne : Mariana falsifie la constitution du Concile de Constance, sur laquelle le decret de Sorbone est singulierement fondé : Donc Mariana n'est aucunemet d'accord ny auec le Concile de Constance, ny auec le decret de Sorbonne: Que Mariana ayt falsifié le Concile de Constance, il a esté verifié cy desus, quand l'on a monstré que ces termes solemnels ne se treuuent point aux actes du Concile, C'est à sçauoir quand l'on a moien d'obtenir le sentence du Superieur, car c'est ainsi que les Peres parlent.

Pour conclusion de ceste dispute, l’on dit premierement que l’Autheur de l'Apologie trauaille en vain pour monstrer que Mariana enseigne disertement et expressément qu'vn Prince legitime ne peut estre tué par vn particulier de son authorité priuee : veu que Mariana enseigne disertement & expressément qu'il est loisible aux particuliers de leur authorité priuée de tuer le Prince soubs couleur de Tyrannie, quand l'on ne peut assembler les Estats: quand l’on ne peut auoir la sentence du Superieur pour le declarer Tyran, & soux le voeu & intention public: qui sont toutes propositions seditieuses.

Secondement c'est aussi en vain que le mesme autheur asseure que Mariana est d'accord en quelque chose auec le Concile de Constance, & les decrets de Sorbone: veu que Mariana disertement et nomément aneantit l'authorité, & falsifie le decret du Concile de Constance, sans lequel la Conclusión de Sorbone du quatriesme Iuin, mil six cens dix ne peut aucunement subsister.

En troisiesme lieu, d'autant qu'il se trouue des personnes qui veulent persuader que l'on peut donner vn bon sens aux propositions de Mariana: l'on oppose à cela ce que Gerson respondit à ceux qui vouloient colorer aucunes des propositions de Iean Petit: Intelligentiam doctorum assumendam ex causis dicendi, combinando conclusionem cum praemissis, et praemissas cum probationibus ad inuicem. Caeterum et si verum esset id quod allegatur de expossibilitate ad aliquem sensum verum, nihilominus propter casus longe plures falsissimos, et notoriè scandalosos, redderentur condemnandae. En somme, qu'il se faut bien garder d'exposer la vie des Roys et des Princes à la mercy des assassins, soubs pretexte de quelques subtilitez et ponctilles de l'Escholle: et que les passages de Mariana ne peuuent seruir qu'à excuser & iustifier Rauaillac. Partant c'est mal a propos que l'on dict, Qu'il seroit en certaine maniere a desirer que Rauaillac eust leu Mariana, veu que la lecture de cet Autheur mesme aux passages plus fauorables, ne pouuoit que d'auantage resoudre & obstiner ce monstre execrable en sa damnable opinion.

 

La afirmación que concatenó la repulsa de los miembros de la Facultad de Teología fue la recogida en la página 40 de todas las ediciones de la Response apologetique, salvo en la segunda, que se corresponde con la página 43: «Ains il seroit en certaine maniere à desirer, que Ravaillac eust leu Mariana, en cas qu’il l’eust peu entendre: car disertement, et expressement Mariana enseigne (comme le monstre Grethserus) qu’un Prince legitime ne peur estre tué par un particulier, de son authorité privée, ne disant en cela que ce qui est au Concile de Constance, et aux decrets de Sorbonne».

La Sorbona, en vista de este pasaje, no puede sino ver cómo queda en entredicho su juicio a la obra de Mariana en el año anterior. De ahí esta censura y el análisis posterior, que se esfuerza en desentrañar los pasajes de los capítulos centrales del libro primero de De Rege et Regis institutione. El razonamiento sigue una premisa, como es la interpretación literal del texto del Concilio de Constanza. Efectivamente, hay una condena expresa del magnicidio, sea o no tirano el gobernante asesinado. Mientras que Mariana, en una interpretación historiográfica, amplía el sentido del texto, la Sorbona se mantiene en una lectura rígida.

No obstante, el decreto se muestra más taxativo en lo tocante a lo que llaman una usurpación de la potestad de expresión de la Sorbona. Desde un primer momento, la censura insiste en su preocupación por que fuera de Francia se pudiera interpretar, a través de este texto, que la Universidad apoyaba las doctrinas jesuitas sobre el tiranicidio. A partir de ahí, la Facultad de Teología invoca su propia normativa, haciendo constar que todas las expresiones de opiniones no autorizadas por la escuela parisina son ilegales e inimputables a dicha institución.

A esto se añade que la misma Sorbona refuerza a través de este escrito lo que ya aprobase en abril de 1610 cuando condenó la obra de Mariana. Así, este escrito desarrolla los argumentos contra el jesuita de Talavera y, de paso, vuelve a condenar la obra. Entiéndase esto en el contexto que ya describí sobre la recepción intelectual europea de 1610 y 1611 de la obra de Mariana, con multitud de panfletos editados y traducidos para desprestigiar el texto del jesuita y, como fin último, advertir sobre los peligros derivados de la existencia de la Compañía de Jesús. Cabe considerar, así, esta censura como una segunda respuesta institucional a favor de los antijesuitas y, particularmente, de los que utilizaron la obra del padre Mariana como pretexto para articular un movimiento político destinado a otorgar un poder más centralizado a los reyes.

Antes de proceder a las conclusiones, un dato. La censura indica: «L’Autheur de l’Apologie contre l’Anticoton, tient la partie affirmative page 43 de l’impression de Paris» (1611: 9). Por lo tanto, la Sorbona tuvo que leer la segunda edición del texto, a saber, RP3, puesto que en todas las impresiones anteriores esta cita se encuentra en la página 40. De ahí que identifiquen al sujeto que escribió el tratado como «l’Autheur» en todo momento, sin darle nombre. Si la Sorbona leyó la segunda edición, ¿inquirió acerca de la primera? ¿Supo de la controversia entre las ediciones firmadas por François Bonald y las anónimas? ¿Se decantó por esta edición por ser portadora del privilegio real? Juzgo más adecuado dejar la materia en interrogantes, pues, de momento, no han aparecido datos.

 

 

6. Conclusiones

 

A través de este trabajo pongo a disposición de los investigadores de la figura de Juan de Mariana parte de lo que fue su extensísima recepción. De forma más específica, en estas páginas he abordado los años cruciales de la recepción de la obra del jesuita, pues estos determinaron un discurso público sobre la Compañía de Jesús y sus ideas. Siendo Mariana un personaje latente de lo aquí expuesto, recibe el papel protagonista. La censura a la Response apologetique à l’Anticoton no viene motivada por que fuera una respuesta al Anticoton, ni por esa obra, ni por la figura de Pierre Coton, sino por Mariana. Es el libro primero de De Rege et Regis institutione y la misma figura del jesuita el tema central de toda la controversia.

En primer lugar, la misma vida textual de la Response apologetique revela que su publicación fue controvertida y sujeta a una serie de incógnitas de difícil resolución. Asimismo, el hecho de que para la censura se haga uso de la última edición, la única con privilegio, contribuye a aumentar unos interrogantes que, a mi juicio, necesitan una mayor profundidad de investigación. Sin embargo, estos primeros datos presentan un interés ya insoslayable para el estado actual de los estudios sobre la recepción del jesuita de Talavera.

Era necesario transcribir el texto de la censura, pues documenta fehacientemente la interpretación oficial que hizo la Sorbona del texto de Mariana. Además, es el documento que condena a Mariana en Francia por segunda vez. Más allá de eso, atestigua la intensidad del bienio 1610/1611 y el conflicto político que se estaba resolviendo en el plano intelectual.

Más allá del segundo juicio a Mariana y su obra, la fragilidad institucional. En el trabajo que hace las veces de trampolín a este señalé la fragilidad de la Compañía de Jesús. Esta no supo mantener una postura coherente. Coton y algunos jesuitas se esforzaron por desvincularse de las palabras del jesuita de Talavera; otros buscaron defender el razonamiento de Mariana y enmarcarlo en un pensamiento político sistematizado. La Compañía de Jesús, por su parte, vaciló en el mandato de Acquaviva y optó por aislar a ese miembro tan problemático. Esto se tradujo en una brecha que los panfletistas aprovecharon.

Sin embargo, la Sorbona también necesitó reforzar su posición institucional. De todos los panfletos, fue la Response apologetique à l’Anticoton la que forzó una respuesta oficial. Al afirmar que los argumentos a favor de Mariana habían sido aprobados por doctores de la Sorbona, se activó el mecanismo que dio lugar a la censura. Si esta afirmación por parte de la Response apologetique tenía algún fundamento, la Facultad de Teología buscó atajarlo con rapidez. Si no lo tenía, resulta evidente que su anónimo autor golpeó en un punto sensible.

 

Francisco Sánchez Torres

Universidad de Córdoba

 

Bibliografía

 

Fuentes primarias

 

Bonald, F., Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, au Pont, par l’Imprimeur de l’Université, 1610.

Bonald, F., Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, au Pont, par Michel Gaillard, 1611.

Censure par la sacrée Faculté de Theologie de Paris, de la doctrine d’assassiner les Roys, contenuë au liure intitulé La Response à l’Anticoton, plus une Analyse ou discours sur la precedente censure par aucuns de la mesme sacrée Faculté de Theologie de Paris, s. l., s. e., 1611.

Père de la Compagnie de Iesus, Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, à Paris, jouxte la coppie imprimée au Pont, par Michel Gaillard, 1610.

Père de la Compagnie de Iesus, Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite, au Pont, par Michel Gaillard, 1611.

Père de la Compagnie de Iesus, Response apologetique à l’Anticoton et a ceux de sa suite… seconde edition, reveuë et augmentee par l’Autheur, à Paris, chez Ioseph Cottereau, ruë sainct Iacques, à la Prudence, 1611.

 

 

Fuentes secundarias

 

Ballesteros Gaibrois, M. (1944), El padre Juan de Mariana: la vida de un sabio, Barcelona: Amaltea.

Braun, H. (2007), Juan de Mariana and Early Modern Spanish Political Thought, Aldershot: Ashgate.

Centenera Sánchez-Seco, F. (2009), El tiranicidio en los escritos de Juan de Mariana, Madrid: Dykinson.

Chevallier, P. (1989), Les Régicides: Clément, Ravaillac, Damiens, Paris: Fayard.

Cirot, G. (1905), Mariana, historien, Bordeaux: Feret et fils.

Cirot, G. (1908), “A propos du De rege, des Septem Tractatus de Mariana et de son ou de ses procès”, Bulletin hispanique, 10-1: 95-99.

Fernández de Velasco, R. (1919), “Apuntes para un estudio sobre el tiranicidio y el padre Juan de Mariana”, Revista de ciencias jurídicas y sociales 2.5: 81-100.

Gabriel, F. (2019), “An tyrannum opprimere fas sit? Construction d’un lieu commun: la reception française du De Rege et Regis institutione de Juan de Mariana (Tolède, 1599)”, en Pierre-Antoine Fabre & Catherine Maire (eds.), Les antijésuites: Discours, figures et lieux de l’antijésuitisme à l’époque modern, Rennes: Presses Universitaires de Rennes, pp. 241-263.

González de la calle, P. U. (1913), “Ideas político-morales del P. Juan de Mariana”, Revista de Archivos y Bibliotecas y Museos 29: 388-406.

Guégan, C. (2018), “Collège des jésuites de Chambéry, puis Grand séminaire (détruit)”, Inventaire general du patrimoine culturel, La Région Auvergne-Rhône-Alpes, https://patrimoine.auvergnerhonealpes.fr/dossier/IA73004654#:~:text=17e%20et%2018e%20si%C3%A8cles,nord%20de%20la%20cit%C3%A9%20ducale.

Lindsay, R. & Neu, J. (1969), French Political Pamphlets 1547-1648. A Catalog of Major Collections in American Libraries, Milwaukee: The University of Wisconsin Press.

Malavialle, R. (2015), “La edificación del rey y de la historia en la civitas terrena: tiempo y cuerpos políticos según Juan de Mariana”, en M. Mestre, J. Pérez Magallón, Ph. Rabaté (dirs.), Augustin en Espagne: XVIe-XVIIIe siècle, Tolouse: Presses universitaires du Midi, pp. 221-243. https://doi.org/10.4000/books.pumi.3542.

Malavialle, R. (2023), “Autorité élargie et conseil collégial sous Philippe III? La præfatio du De rege et regis institutione (1599) de Juan de Mariana: éducation du prince et préservation de la monarchie hispanique”, e-Spania 44 https://doi.org/10.4000/e-spania.46099.

Malavialle, R. (2024), “El momento Juan de Mariana en las concepciones de la historia del primer Siglo de Oro español: apuntes sobre un arte de la composición historiográfica”, e-Spania 47. https://doi.org/10.4000/e-spania.49822

Merle, A. (2014), “El De Rege de Juan de Mariana (1599) y la cuestión del tiranicidio: ¿un discurso de ruptura?”, Criticón 120-121: 89-102.

Nicholls, S. (2015), “De justa reipublicae christianae in reges impios et haereticos authoritate (1590): Questions of Authority and Heretic Kings in the Political Thought of the Catholic League”, Bibliothèque d’Humanisme et Renaissance 77: 81-101.

Nicholls, S. (2021), Political Thought in the French Wars of Religion, Cambridge: Cambridge University Press.

Roses, C. H. (1959), Ensayo sobre el pensamiento politico del P. Juan de Mariana, Santiago de Chile: Facultad de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales.

Sălăvăstru, A. C. (2022), “The Problem of Tyrannicide in the Monarchomach and Leaguer Political Discourse During the Reigns of Charles IX (1560-1574) and Henry III (1574-1589)”, META: Research in Hermeneutics, Phenomenology, and Practical Philosophy, 14(2): 638-664.

Sánchez Torres, F. (2024), “The intervention of Pierre Cotton (1564-1626) in the debate about tyrannicide in France and Juan de Mariana’s books De Rege et Regis institutione”, Revista de Estudios Latinos 24 (en prensa).

Zwierlein, C. (2016), The Political Thought of the French League and Rome (1585-1589), Geneva: Librairie Droz.

 



[1] Para un acercamiento panorámico a la recepción de la obra de Mariana sobre el tiranicidio, véase el excelente trabajo de Centenera Sánchez-Seco (2009: 128-158). En general, los trabajos más autorizados sobre la vida del jesuita siguen vigentes, como es el de Cirot (1905; 1908) o el de Ballesteros Gaibrois (1944), o sobre su pensamiento político, como los de Fernández de Velasco (1919), González de la Calle (1913), Roses (1959) o Braun (2007). Por último, considero insoslayable y muy estimulante la producción de Renaud Malavialle con respecto del pensamiento histórico de Mariana (2015; 2023; 2024).

[2] Un buen estudio reciente sobre el pensamiento tiranicida de Mariana se encuentra en el trabajo de Alexandra Merle (2014).

[3] F. Gabriel (2019) publicó un estudio sobre la recepción francesa de los libros De Rege, donde lista algunos de los tratados y panfletos más importantes. A esta lectura deben sumarse los ya citados pasajes de Centenera Sánchez-Seco y mi propio trabajo, que verá la luz este mismo año en la Revista de Estudios Latinos (RELat), cf. Sánchez Torres (2024).

[4] Sánchez Torres (2024)

[5] Solo hay que echar un vistazo al catálogo de Lindsay y Neu (1969) para descubrir la ingente literatura panfletaria que se desarrolló en torno al tiranicidio y los jesuitas en apenas una década a partir de 1610.

[6] Sobre el conflicto desatado en torno a los regicidas, la Liga católica y los monarcómacos, véanse los trabajos de Chevallier (1989), Nicholls (2015; 2021), Zwierlein (2016) y Sălăvăstru (2022).

[7] Sánchez Torres (2024).

[8] Véase Guégan (2018).

[9] Para dotar de sentido a estos códigos, basta identificar RF como las ediciones que dan a François Bonald como autor y RP como las ediciones que señalan como autor a un «Pere de la Compagnie de Iesus».