El Encomio a Ignacio de
Miguel Sincelo
(BHG 818): Introducción,
edición y traducción anotada
THE ENCOMIUM
TO IGNATIOS OF MICHAEL THE SYNKELLOS (BHG 818): INTRODUCTION,
EDITION AND TRANSLATION WITH NOTES
Álvaro Ibáñez Chacón
Resumen: La
llamada ‘colección anti-fociana’ conserva un resumen sintético del encomio al
patriarca Ignacio compuesto por un tal Miguel Sincelo. La fecha de
composición o el momento exacto de su pronunciación son desconocidos, pero es
posible que fuera leído en el aniversario de la muerte del patriarca o de su
enterramiento en el Monasterio del Sátiro. A pesar de ser un resumen, el
texto conserva restos de la estructura retórica del original y, como βίος
σὺν ἐγκωμίῳ, podría ser
el modelo sobre el que Nicetas David compuso su Vita Ignatii. Presentamos una nueva edición del texto basada en
los principales manuscritos y unas notas exegéticas. Abstract: The so-called ‘anti-photian collection’ preserves a
synthetic summary from the encomium to the Patriarch Ignatios composed by a
certain Michael the Synkellos. The date of composition or the exact moment of
its pronunciation are unknown, but it is possible that it was read on the
anniversary of the Patriarch’s death or his burial in the Monastery of
Satyros. Despite being a summary, the text conserves traces of the original
rhetoric structure and, like a βίος σὺν ἐγκωμίῳ,
it could be the model on which Nicetas David composed the Vita Ignatii. This article provides a
new critical edition based on the most important manuscripts with exegetical
notes. |
Palabras
clave: patriarca Ignacio, Miguel Sincelo,
encomio (BHG 818),
edición, hagiografía mediobizantina.
Keywords: Patriach Ignatios, Michael the
Synkellos, encomium (BHG 818),
critical edition, Middle-Byzantine hagiography.
Fecha de recepción: 3 de octubre de 2021
Fecha de aceptación: 15 de octubre de 2021
1. Introducción
E |
ntre los documentos que conforman la llamada
“colección anti-fociana”—compilación de textos contra Focio realizada en el s.
X por algún miembro del partido ignaciano—se puede leer el extracto del encomio
compuesto por un tal Miguel para honrar la memoria y las gestas del difunto
patriarca Ignacio. A pesar de lo entrecortado del texto y de la reducción
hipertextual sufrida, es posible entrever todavía el armazón retórico de la
composición original siguiendo la preceptiva bizantina de tradición clásica. La
editio princeps, basada en testimonios secundarios, data de
principios del s. XVII y se ha reeditado con mínimos retoques desde entonces.
Una nueva edición de este y del resto de documentos de la “colección
anti-fociana” es tan necesaria como una revisión actualizada del valor
histórico de los textos que la componen.[1]
2. Conservación y autoría
La “colección anti-fociana”[2] y el resumen del Encomio a Ignacio[3]
se han conservado en dos ejemplares propiedad del cardenal Besarión[4]:
- Venezia, Biblioteca Nazionale Marciana,
gr. Z 167 (coll. 740), s. XIVin.[5]
- München,
Bayerische Staatsbibliothek, Cod. graec. 436, s. XIV[6]
De estos dos manuscritos deriva el resto
de copias realizadas cuando ya habían sido trasladados por el Cardenal a
Italia:
- El Escorial, Real Biblioteca, X-I-5, an. 1545[7]
- München,
Bayerische Staatsbibliothek, Cod. graec. 27, ca. 1550[8]
- Madrid, Biblioteca Nacional, Ms. 4708, an. 1557[9]
- Basel, Universitätsbibliothek, Ms. O II
25, s. XVI[10]
- Vaticano, Biblioteca Apostolica Vaticana,
Ottob. gr. 27, s. XVI[11]
-
Amsterdam, Universiteitsbibliotheek, Ms. I A 17,
s. XVI[12]
- Vaticano, Biblioteca Apostolica Vaticana,
Vat. gr. 1183, s. XVI[13]
- Hagion Oros, Μονὴ
Διονυσίου 163, s. XVII[14]
A principios del s. XVII, M. Rader publicó
la editio princeps bilingüe
griego-latín, dedicada al cardenal Baronio y realizada a partir del Cod. graec.
27, cotejado con el Cod. graec. 436.[15]
Desde ese momento la “colección anti-fociana” se ha incorporado a las ediciones
de los acta conciliaria con mínimas
variaciones en el texto griego y en la traducción latina.[16]
Pero la versión de Rader no era la primera que se había hecho de la colección:
a mediados del s. XIV, un dominico del Monasterio de Pera en Constantinopla, el
inquisidor de las provincias orientales Filippo de Bindo Incontri,[17] tuvo acceso a la
documentación anti-fociana gracias al erudito filo-latino Demetrio Cidones y,
con su ayuda, se llevó a cabo la primera traducción latina de parte de la
“colección anti-fociana”,[18] conservada en el manuscrito
de Firenze, Biblioteca Centrale Nazionale, Conv. Soppr. C.VII.419, procedente
de la biblioteca dominica de Santa Maria Novella.[19]
Sin embargo, esta copia no está completa y faltan, entre otros documentos, la Vita Ignatii atribuida a Nicetas David
de Paflagonia (BHG 817)[20] y el extracto del Encomio a Ignacio objeto del presente
estudio.[21] Nótese, pues, cómo la
historia de la transmisión de los documentos antifocianos es muy similar a la
de la opera magna de Focio: los
ejemplares constantinopolitanos de la Biblioteca
pasaron a Occidente a través de Besarión y desde Italia se difundieron por
Europa, dando lugar a la editio princeps
en 1601 a partir de un reducido número de apógrafos.[22]
Sobre el autor del Encomio a Ignacio no es mucho lo que se puede decir con seguridad:
por el título sabemos que fue μοναχός,
πρεσβύτερος y σύγκελλος,
pero desconocemos dónde vivió o ejerció esos cargos.[23]
Varios son los hagiógrafos homónimos activos en la segunda mitad del s. IX[24] y de todos ellos el autor
del encomio a Ignacio podría ser el Miguel estudita a quien se atribuye la
composición de un buen número de panegíricos hagiográficos, la mayoría
inéditos: BHG 127 a los Ángeles, BHG 956d a S. Isacio y S. Dálmato, BHG 1147 a la Virgen, BHG 1294a a los arcángeles Miguel y
Gabriel, BHG 1298h a S. Mocio, BHG 1881n a S. Zacarías, así como una de
las versiones de la Vida de Teodoro
Estudita (versio B, BHG 1754) y ahora se le atribuye también
la Vida de Nicolás Estudita (BHG 1365).[25]
Establecer una relación entre el autor del encomio y el protagonista del mismo
es difícil, sobre todo si se tiene en cuenta que también ignoramos las
circunstancias para las que fue compuesta la laudatio;[26] no obstante, es posible
lanzar algunas hipótesis de acuerdo con la práctica bizantina de la época.
Como es bien sabido, el aniversario de la
muerte de un santo es la celebración capital desde los propios orígenes del
culto a los santos[27] y, si en el período
mediobizantino los patriarcas alcanzaron un status
de veneración sin precedentes, incluso en vida, con celebraciones y
conmemoraciones anuales,[28] no es de extrañar que el
propio Ignacio, muerto y santificado, fuera objeto de veneración en el
aniversario de su muerte. El lugar más indicado para ello sería el Monasterio del
Sátiro, reconstruido por el propio Ignacio durante su segundo patriarcado (ca. 873)[29]
y donde precisamente fue enterrado y llevó a cabo numerosos milagros post mortem (cf. infra).[30] En este sentido, el encomio
podría haber sido compuesto para la celebración anual de la muerte de Ignacio o
bien para conmemorar el aniversario de su enterramiento en el monasterio.
3. Un
βίος σὺν ἐγκωμίῳ
No cabe duda de que el texto conservado en
la “colección anti-fociana” es una reelaboración sintética del encomio
original: no solo así lo sugiere el título (ἀπὸ τοῦ
ἐγκωμίου τοῦ εἰς
τὸν ἅγιον Ἰγνάτιον),
sino que a nivel narrativo hay una clara alteración en el orden de los hechos y
§ 4 encajaría mejor a partir de § 7, cuando Ignacio ya es patriarca de
Constantinopla. En este sentido, no es factible un análisis detallado desde un
punto de vista lingüístico o retórico-literario,[31]
pero sí podemos todavía vislumbrar algunos restos del armazón retórico original.
Como es bien sabido, a partir de los
Padres de la Iglesia los mártires se convirtieron en protagonistas de ἐγκώμια
compuestos para su celebración religiosa, sobre todo en la llamada
πανήγυρις,[32]
dando origen a un subgénero retórico: el panegírico cristiano.[33] Basados en la teoría de
época imperial, especialmente en los dos tratados de retórica de Menandro,[34] los encomios hagiográficos
mezclan las características del βασιλικὸς
λόγος con otros discursos epidícticos como el
γενεθλιακὸς λόγος,[35] el ἐπιτάφιος
λόγος o la μονῳδία
por su carácter luctuoso.[36]
Miguel compuso, por tanto, el Encomio a Ignacio de acuerdo con las
convenciones del género y de ello quedan todavía trazas en la síntesis de la
“colección anti-fociana”, incluyendo las típicas adaptaciones que los autores
cristianos introdujeron en el elogio pagano.[37]
Así, la tópica descripción de la πανοπλία
no tendría cabida en la vida de un santo patriarca[38]
y es sustituida por la anécdota sobre el ὠμοφόριον de Santiago adquirido por Ignacio y
enviado desde Jerusalén (§ 4),[39] palio con el que celebraba
los oficios y con el que fue enterrado, como se puede ver en la ilustración del
Menologio de Basilio II (Vaticano,
Biblioteca Apostolica Vaticana, Vat. gr. 1613, fol. 134r).[40]
Tampoco se conserva la descripción física del personaje, pero sí el episodio de
la emasculación de Ignacio como un hecho que reforzaba la virtud y la postura
del santo de cara el pecado de la carne (§§ 2 y 5),[41]
dos tópicos, por tanto, en uno: la φύσις y los ἐπιτηδεύματα.[42] Otro cambio esperable es la
sustitución de la invocación al emperador por la εὐχή a
Dios, a los santos o al protagonista santificado (§ 14).[43]
Así pues, aunque el texto conservado sea
una reescritura sintética, es posible detectar algunas de las figuras estilísticas
que adornarían el encomio original, sobre todo tropos que tienen como finalidad
la αὔξεσις/amplificatio hiperbólica.[44]
Nótense, por ejemplo, el uso recurrente del políptoton (§ 1:
χρηματισάντων
... ἐχρημάτισεν; § 2: ἐκτομίας
... ἐκτμηθῆναι), a veces en
expresiones pleonásticas (§ 4: θανὼν τῷ
τάφῳ ... ἀποτεθῆναι;
§ 8: ποιμαίνει ... ποίμνιον
... ποιμένος); también la tópica
hipérbole εἰ δ᾽ ὅσα ζῶν
τε καὶ μετὰ θάνατον
τεράστιά τινα ὁ
τοῦ Θεοῦ μιμητὴς
διεπράξατο
διηγήσασθαι ἐγχειρήσω,
οὐκ ἂν δυνηθείην,
ὡς οὐδὲ ἄμμον
θαλάσσης
διαμετρῆσαι (§ 14);[45] el uso de una abundante
adjetivación, sobre todo de epítetos (§ 1: θεοφόρος
Ἰγνάτιος; § 5: τύραννος
Λέων ... κακόφρονι
καὶ δεινῷ αἱρεσιάρχῃ;
§ 6: διορατικῷ Ἰωαννικίῳ
... θαυματουργῷ
καὶ ὁμολογητῇ
Θεοφάνῃ; § 7:
τρισμάκαρος
Μεθοδίου ...
χριστόφρων
Θεοδώρα); metáforas habituales (§ 11:
οὔτως οὖν τοῦ
λαμπροῦ τῆς οἰκουμένης
φωστῆρος πάλιν
τὸν θρόνον ἀπολαβόντος)
y eufemismos que atenúan la negatividad de los hechos (§11:
μικρὰ νόσος ...
κομίζει τὸν
κατὰ Θεὸν ὕπνον).
En cuanto al ritmo, es esperable que el
autor del extracto haya trastocado la prosa rítmica del original,[46] pero también quedan restos
de ella, sobre todo al inicio del encomio (§ 1):
Ὁ νέος οὗτος
καὶ μέγας θεοφόρος
Ἰγνάτιος, 16 sílabas / 5 acentos
εὐγενής
ἐξ εὐγενῶν, 7
sílabas / 2 acentos
περιφανής
ἐκ περιβλέπτων,
9 sílabas
/ 2 acentos
ἅγιος ἐξ
ἁγίων, 7
sílabas / 2 acentos
γονέων
γεγέννητο
βασιλέων
χρηματισάντων
16 sílabas / 4 acentos
Nótense la disposición anular de los
miembros, el isosilabismo y la repetida cadencia /xxx/x, a excepción del Doppeldaktylos en la cláusula
θεοφόρος Ἰγνάτιος
(/xx/xx)[47]. Otro ejemplo significativo
(§ 8):
διὸ καὶ
τοῦ θρόνου ἐκρίπτεται
10 sílabas / 3
acentos
καὶ ἐξορίᾳ
παραδίδοται· 10 sílabas / 2 acentos
εἶτα δὴ
φρουρᾷ
περικλείεται 7
sílabas / 2 acentos
καὶ σιδήρῳ
πεδεῖται 7 sílabas / 2 acentos
καὶ
λιμαγχονεῖται 6
sílabas / 1 acentos
Además del homoteleuton en la enumeración
ascendente de las desgracias, es de señalar la doble cadencia /xx en las dos
primeras cláusulas (con “doble dáctilo”) y /x en las tres últimas,
constituyendo un tricolon.
Pasando al contenido, la comparación del
encomio con la biografía de Nicetas David (cf. tabla 1) muestra que el epitomador
ha seleccionado solo los principales eventos de la biografía del difunto
patriarca para elogiarlo, omitiendo hechos negativos como las numerosas
calamidades sufridas después de su destitución el 23 de noviembre del 858;[48] además, no se hace mención
alguna a Focio en el texto conservado, cuando en la Vita Ignatii, en cambio, está tan presente como el propio Ignacio,
pero con una caracterización absolutamente negativa.[49]
Los sufrimientos, castigos y tormentos a los que fue sometido Ignacio podrían
haber formado parte de la composición original de Miguel, en tanto que tienen
el valor retórico de asimilación del protagonista con los mártires y, en σύγκρισις
con Focio, habrían puesto en evidencia los aspectos más elogiables de la
personalidad de Ignacio y de su gestión durante el patriarcado.[50] Pero un encomio no es un
documento histórico, sino un ejercicio retórico verosímil basado en el
conocimiento de la vida del santo a un nivel más local[51]
y, si por lo general la veracidad de los hechos narrados es inversamente
proporcional a la popularidad del santo,[52]
no extraña que lo expuesto sobre Ignacio haya sido manipulado de manera
evidente, sobre todo lo relativo a los miracula
y a los signos divinos. Así pues, se debe tener en cuenta que la hagiografía
del período mediobizantino aportó cierta frescura y novedad a la tradición
precedente: los nuevos santos llevan a cabo distintas gestas, sus tormentos no
fueron tan terribles, sus muertes menos violentas, etc.[53]
El santo está más humanizado y no habita ya en lugares lejanos e inaccesibles,
sino en la ciudad, ocupando cargos políticos o eclesiásticos,[54] lo que no impide, sin
embargo, que se le atribuyan milagros y hechos sorprendentes.
Comenzando
por los signos divinos, mientras que en la Vita
Ignatii se registran cuatro seísmos como advertencia por las negativas
acciones humanas,[55] en el extracto del encomio
solo queda testimonio del terremoto acaecido en el 862,[56]
asociado a la destitución oficial de Ignacio en las fuentes,[57] pero en el encomio se dice
que quedó sin una explicación precisa (§ 9: οὐκ ἦν ὁ
συνιών). Nicetas David narra, además, otras
señales divinas: los búfalos desbocados que corrieron en estampida por Santa
Sofía (Vit. Ign. 65) o la epifanía
del Espíritu Santo cada vez que Ignacio celebraba los oficios (Vit. Ign. 69), pero nada de ello queda
en el extracto de la laudatio.
En
cuanto a los miracula, aunque en este
período no son imprescindibles para obtener la santidad,[58]
las acciones milagrosas son muy frecuentes, a imitación de los grandes mártires
del pasado.[59] Así, según Nicetas David,
Ignacio habría realizado numerosos milagros post
mortem,[60] y, como puede observarse
(tabla 2), son de tipo terapéutico y tienen lugar en el santuario del santo per contactum con su cuerpo o sus
reliquias (p. ej. mir. 1 y 2)[61], pero también de tipo
incubatorio mediante sueños y visiones (p. ej. mir. 4 y 5)[62] y otros milagros a
distancia (mir. 6-11). Los
θαύματα acontecidos en el santuario tienen
un evidente carácter propagandístico,[63]
aunque con el paso del tiempo las peregrinaciones masivas comenzaron a decaer y
los santos realizaban sus milagros a distancia.[64]
Los miracula de Ignacio se encuentran
todavía en un estado intermedio y son dignos de mención los siguientes:
-
Mir. 2 (Vit. Ign. 76 y encomio §
12): preparados los restos del santo para ser trasladados al Monasterio del
Sátiro, se desencadenó una terrible tempestad y justo en el momento de embarcar
el féretro, el temporal amainó y permitió el viaje hasta el locus sanctus.[65]
Este tipo de θαύματα atmosféricos es muy
común desde el Antiguo Testamento y, en este caso concreto, representa una
inversión de los llamados “rain miracles”.[66]
-
Mir. 6 (Vit. Ign. 83): había dos
mujeres que sufrían de agalaxia, pero gracias a la ἀπομυρίσις
del santo fueron curadas. Basado en el motivo recurrente del poder milagroso de
cualquier líquido que ha estado en contacto con el cuerpo de un santo, sobre
todo el aceite de las lucernas, la cera o el propio μύρον
que destilaban las reliquias,[67] difundiéndose en época
bizantina la ἀπομυρίσις, un
ungüento especial hecho de aceite perfumado con alguna reliquia del santo
dentro;[68] aquí se usan los cabellos
de Ignacio (τῶν ἁγίων αὐτοῦ
τριχῶν). Hay quien ha destacado la contrariedad
de este y otros milagros de fertilidad realizados por un santo eunuco e
infértil,[69] pero, como ha señalado S.
Tougher,[70] estos hechos acentúan la
masculinidad del venerado patriarca; en este sentido, por utilizar la
terminología dumeziliana, la castración de Ignacio se habría convertido en una
mutilación “paradójicamente cualificadora”.[71]
-
Mir. 8 (Vit. Ign. 85): el más
significativo de los θαύματα a distancia,
pues se dice que Ignacio se apareció al estratego siciliano Musilices
(Μουσιλίκης) y lo ayudó en
la guerra contra los árabes.[72] Aunque este tipo de milagro
no terapéutico pierde importancia a lo largo del Medievo,[73]
aquí se recurre al tópico de la guerra contra el enemigo musulmán,[74] equiparando a Ignacio con
el grupo de los santos militares, tan venerados en Bizancio.[75]
-
Mir. 12 (Vit. Ign. 87): los miracula no solo eran positivos o
beneficiosos para los fieles, sino que también podían castigar a los impíos[76] y así, según Nicetas David,
el propio Focio habría enviado a su sakellarios
–del que nada más se sabe– para profanar el santuario y las reliquias, pero
murió ahogado por su propia sangre.
La Vita
Ignatii registra un buen número de θαύματα
ignacianos, pero en el encomio se refería uno no recogido por Nicetas David (§
13) y según el cual Ignacio, durante su exilio en Mitilene, habría conseguido
dominar el curso desbordado del río Lico mediante sus súplicas a Dios. He aquí
un miraculum in vita tópico en la
hagiografía mediobizantina por imitación del Nuevo Testamento, manifestando el
poder sobre la naturaleza de los santos todavía vivos.[77]
El hecho de que no aparezca en la obra de Nicetas David podría ser indicio de
la existencia de una primera biografía de Ignacio posteriormente reelaborada y
amplificada,[78] una versión previa que
tendría una dimensión local y más modesta, quizá realizada en el Monasterio del
Sátiro por un monje cercano a Ignacio, mientras que la reescritura de Nicetas
David ofrece una visión más tópica, universal y parcial del personaje;[79] de hecho, se podría decir
que la biografía es un texto anti-fociano y el encomio pro-ignaciano. Ante la
ausencia de datos, incluso se podría plantear la hipótesis de que ese modelo
biográfico previo fuera el de Miguel sincelo.
Así, el texto conservado en la “colección
anti-fociana” es en realidad una síntesis de un βίος
σὺν ἐγκωμίῳ, es decir, un
texto de carácter mixto con abundantes datos biográficos escogidos y
organizados a modo de encomio.[80] La composición retórica del
original se ha visto irremediablemente adulterada durante el proceso de
reducción hipertextual sufrido, pero conservando todavía algunos tópicos,
figuras estilísticas y restos del ritmo original. El autor del encomio podría
ser un hagiógrafo compositor de numerosos elogios, pero también un monje del
Monasterio del Sátiro, cercano a Ignacio, que pudo tener acceso a una biografía
previa o, incluso, haberla realizado él mismo con forma de encomio para la
celebración anual de la muerte o deposición del santo. A la hora de ser
incorporado a la “colección anti-fociana”, el compilador habría realizado una
síntesis del encomio dejando solo las secuencias biográficas más significativas
y aquellos hechos que no figuraban en la versión extendida del βίος
de Nicetas David que encabezaba la compilación.
4. Edición
crítica
La presente edición del texto se basa en
los dos manuscritos venecianos propiedad del cardenal Besarión:
-
Venezia, Biblioteca Nazionale Marciana, gr.
Z 167 (coll. 740), s. XIVin., BHG 818 en fols. 37r-38r, sigla V.
-
München, Bayerische Staatsbibliothek, Cod. graec. 436,
s. XIV, BHG 818 en pp. 29-31, sigla B.
La
relación entre ambos manuscritos no está del todo clara, pues aunque B parece derivar de V, hay errores y variantes que no solo
pueden achacarse al descuido del copista.[81] El texto del encomio es
muy breve, pero nótese §1 Ῥαγαβέ V : Ῥαγαβι sic Β |
Γενικῶν VM : Γενικῆς Β; §14. ὡς om. B.
El texto base utilizado por Rader para la editio princeps fue el München,
Bayerische Staatsbibliothek, Cod. graec. 27, BHG 818 en fols. 323r-324v, sigla M, claramente un apógrafo de V.
La copia B solo fue utilizada de
forma aislada y en anotaciones marginales (indicada como C.B. = codex Bavaricus), utilizándola como
ejemplar de colación y de integración en las omisiones que presenta M. Al propio Rader se pueden atribuir
las correcciones que indicamos como M2,
dado que coinciden con su texto: §6 ὁμιλῶν M2 Rad. : ὁμιλῷ
Ma.c. |
προεφήτευσαν M2 Rad. :
προεφήτευσεν Ma.c.; §8. ποίμνιον
M2 Rad. : ποίμιον
Ma.c. | ἀπεῖρξε
M2 Rad. : ἀπεῖρξαι
Ma.c..
Además de estos tres ejemplares
manuscritos y de la editio princeps,
se ha cotejado también el texto de la llamada Editio Romana de los acta
conciliaria (abreviada como Rom.),
ya que introduce una serie de modificaciones al texto y a la traducción de
Rader que se han afincado en el resto de colecciones conciliares, produciendo
algunas malinterpretaciones sobre la naturaleza de la príncipe.[82] Algunos casos
significativos: §8. ποιμαίνει ex Rom. : ποιμένειν
VM, ποιμαίνειν
B Rad. | καὶ om. ex
Rom. | σιδηροπεδεῖται
ex Rom. : σιδήρῳ
πεδεῖται codd. Rad.; §10. ἀναβιβάζει
ex Rom. : ἀναβιβάζεται
codd. Rad.; §11. γήρᾳ
ex Rom.: γήρει
codd. Rad.; §13.
κατεστορέθη ex Rom. :
καταστορεύσαντι
codd. Rad.; §14.
τινα om. ex Rom.
***
Ἀπὸ τοῦ ἐγκωνίου
τοῦ εἰς τὸν ἅγιον
Ἰγνάτιον τὸν
γεγονότα
πατριάρχην
Κωνσταντινουπόλεως
συντεθέντος παρὰ
Μιχαὴλ μοναχοῦ
πρεσβυτέρου
καὶ συγκέλλου
1. Ὁ νέος οὗτος
καὶ μέγας θεοφόρος
Ἰγνάτιος, εὐγενής
ἐξ εὐγενῶν,
περιφανής ἐκ
περιβλέπτων, ἅγιος
ἐξ ἁγίων, γονέων
γεγέννητο
βασιλέων
χρηματισάντων·
τούτου γὰρ πατήρ
ὁ Μιχαὴλ ἐχρημάτισεν,
ᾧ τὸ ἐπίκλην Ῥαγγαβέ,
πάππος δὲ πρὸς
μητρὸς Νικηφόρος
ὁ ἀπὸ Γενικῶν
καὶ ἄμφω
δὲ βασιλεῖς Ῥωμαίων
γεγόνασι.
2. Γέγονε δὲ
ὁ θεῖος οὗτος Ἰγνάτιος
μετὰ τὴν τῆς
βασιλείας ἐκπτωσιν
τοῦ πατρὸς ἐκτομίας,
τοῦτο παθὼν
παρὰ Λέοντος
τοῦ ἐξ Ἀρμενίων,
ὃς τυραννίδι τὸν
Μιχαὴλ τῆς
βασιλείας ἀπώσατο·
μετὰ γοῦν τὸ ἐκτμηθῆναι
τὰ παιδογόνα ἐκείρατό
τε τὴν τρίχα καὶ
ἐπὶ μακρὸν ἀσκητικοῖς
ἱδρῶσι τὸ σαρκίον
ἐδάμασε.
3. Τούτῳ μήτηρ
ἡ Προκοπία, ἀξία
τοῦ υἱοῦ διὰ τὴν
προσοῦσαν αὐτῷ
ἀρετήν. ἡ δὲ
βασιλὶς καὶ αὐτὴ
σὺν τῷ ἀνδρὶ
Μιχαὴλ πάνυ εὐσεβὴς
γέγονε καὶ
πατρὶς αὕτη ἡ
Κωνσταντίνου ἡ
μεγαλόπολις.
4. Ἐπεὶ δ᾽ ὕστερον
εἰς τὸν
πατριαρχικὸν ἀνήθχθη
θρόνον, λέγεται
τὸ τοῦ θεαδέλφου
οὗτος Ἰακώβου ὠμοφόριον
κτήσασθαι κἀκείνῳ
ζῶν τε κοσμεῖσθαι
καὶ οὕτως ἱερατεύειν
Θεῷ καὶ θανὼν τῷ
τάφῳ μετὰ τοῦ αὐτοῦ
ὠμοφορίου ἀποτεθῆναι.
5. Τοῦτον
μετὰ τὴν τῶν
παιδογόνων εὐθὺς
ἐκτομὴν ὁ τύραννος
Λέων κακόφρονι
παραδίδωσι καὶ
δεινῷ αἱρεσιάρχῃ
καθηγεμόνι, ὃς
καὶ παντοίως ἐκάκου
αὐτὸν, ὑπηρεσίας
ἐπιτάττων
βαρείας καί εἰ
μὴ ἤνυε ταύτας
δι᾽ ἀσθενείαν
σώματος, μαστίζων
αὐτὸν ἀφειδῶς·
καὶ μᾶλλον ὅτι
οὐδὲ τοῖς δόγμασιν
ἐκείνου ὁ ἅγιος
συνετίθετο, ἀλλοτρίοις
οὖσι τῆς καθ᾽ ἡμᾶς
ὀρθῆς πίστεως
καὶ μάρτυς ὁ
θαυμαστὸς Ἰγνάτιος
ἐχρημάτισεν.
6. Εἶτα τοῦ
τυράννου Λέοντος
τὴν ζωὴν ἐκμετρήσαντος,
ἀδείας λαβόμενος
οὐ διέλιπεν ὁμιλῶν
τῷ τε διορατικῷ
Ἰωαννικίῳ καὶ
τῷ θαυματουργῷ
καὶ ὁμολογητῇ
Θεοφάνῃ τῷ τοῦ
Μεγάλου Ἀγροῦ,
οἳ καὶ ἀρχιερέα
τοῦτον γενήσεσθαι
προεφήτευσαν·
ὃ δὴ καὶ γέγονε.
7. Τοῦ γὰρ
τρισμάκαρος
Μεθοδίου τὸν
πατριαρχικὸν
θρόνον θανάτῳ ἀπολιπόντος,
ἡ χριστόφρων
Θεοδώρα σύνοδον
πατέρων
ποιησαμένη
μετά γε τῶν ἐν
συγκλήτῳ βουλῆς
καὶ τοῦ κλήρου
παντὸς τὸν Ἰγνάτιον
πατριάρχην
καθίστησι.
8. Ποιμαίνει
τὸ ποίμνιον ἐπὶ
πολυετίᾳ ὁ ὅσιος
καλῶς τε καὶ θεαρέστως·
εἶτα τὶ φθονεῖ ὁ
διάβολος; καὶ
κατὰ τοῦ καλοῦ
ποιμένος ἐγείρει
ἄνδρα τῶν τε
παραδυναστευόντων
τὸν κράτιστον
τὸν Καίσαρα λέγω
Βάρδα, ὃν τῆς
μυστικῆς καὶ
φρικτῆς ἀπεῖρξαι
κοινωνίας ἀθεσμῶς
γυναικὶ
συμμιγνύμενον.
διὸ καὶ τοῦ θρόνου
ἐκρίπτεται καὶ
ἐξορίᾳ παραδίδοται·
εἶτα δὴ φρουρᾷ
περικλείεται
καὶ σιδήρῳ
πεδεῖται καὶ
λιμαγχονεῖται.
9. Γῆ τότε ἐσείσθη
νεύματι τοῦ
παντουργοῦ
δεσπότου Θεοῦ
εἰς τὸ ἀναστεῖλαι
τοὺς ματαιόφρονας
τοὺς κατὰ τοῦ ἀρχιερέως
καὶ τῶν σὺν αὐτῷ
καταδικαζομένων
ἱερωμένων
τοιαῦτα ψηφιζομένους,
ἀλλ᾽ οὐκ ἦν ὁ
συνιών· καὶ ὁ μὲν
δόλος τῶν
κρατούντων καὶ
ἡ κατὰ τοῦ ἁγίου
καταδίκη
φανερὰ ἦν διὰ
μυσαρὰν
μοιχοζευξίαν, ἡ
δὲ κεκρυμμένη ῥᾳδιουργία
ὅτι μὴ τὴν μητέρα
καὶ τὰς τοῦ ἄνακτος
ἀδελφὰς ἀποκείρειεν,
ἀλλ᾽ οὗτοι μὲν
δικαιοτάτῃ κρίσει
Θεοῦ πικρὸν
δεδώκασι θάνατον.
10. Ὁ δὲ ἀδίκως
κατακριθεὶς
μετ᾽ εὐφημίας
τῷ ἱερατικῷ θρόνῳ
ἀποκαθίσταται
τοῦ ἐκ Μακεδόνων
Βασιλείου τὸν
θρὸνον τῆς
βασιλείας
τηνικαῦτα
παρειληφότος, ὅς
καὶ παρευθὺς τὸν
μέγαν καὶ νέον
θεοφόρον Ἰγνάτιον
ἐκ τῆς πολυετοῦς
ἐξορίας ἀνακαλεῖται
καὶ τῇ τοῦ λαοῦ
παντὸς αἰτήσει
πεισθεὶς
λαμπρῶς καὶ
μεθ᾽ ὅσης εἰπεῖν
οὐκ ἔνι τιμῆς εἰς
τὸν
πατριαρχικὸν ἀναβιβάζεται
θρόνον· ὃ δὴ
μαθόντες καὶ οἱ
τῶν ἄλλων
πατριαρχικῶν
θρόνων προεστῶτες,
σφόδρα ἡδύνθησαν.
11. Οὔτως οὖν
τοῦ λαμπροῦ τῆς
οἰκουμένης φωστῆρος
πάλιν τὸν θρόνον
ἀπολαβόντος
καὶ ἐπὶ χρόνοις
τὸ μέγα Χριστοῦ
ποιμάναντος
ποίμνιον, μικρὰ
ἐπελθοῦσα νόσος
τὸν ἤδη παντοίως
καταπεπονημένον
κομίζει τὸν
κατὰ Θεὸν ὕπνον
καὶ προστίθησι
τοῖς πατράσιν
αὐτοῦ ἐν γήρει
βαθεῖ κατὰ τὴν ἡμέραν
τῆς μνήμης τοῦ
θεαδέλφου Ἰακώβου
καὶ κατατίθεται
ἐν τῇ τοῦ Σατύρου
μονῇ, ἣν αὐτὸς ἐδομήσατο.
12. Ὅτε δὴ καί
τι τοιοῦτον
τεθαυματούργηται·
τῆς γὰρ θαλάσσης
ἀγριουμένης
–διὰ γὰρ ταύτης ἔδει
μετακομισθῆναι
τὸ ἱερώτατον
λείψανον–, ἀθρόον
γαλήνη ἐγένετο
καὶ οὕτως ἐν ἱλαρότητι
τὸ πάνδημον πλῆθος
τὸ συνεπόμενον
διεπεραιώθη
πρὸς τὴν τοῦ
Σατύρου μονήν.
13. Τούτῳ δὴ ἔτι
ζῶντι καὶ ἕτερον
ἀξιάγαστον ἐθαυματουργήθη·
ἐν γὰρ ταῖς ἐξορίαις
κατατρυχομένῳ
καὶ ἄλλον ἐξ ἄλλου
τόπον ἀμείβοντι
καὶ κατὰ Μιτυλήνην
γεγονότι, ἐπεὶ ἐν
αὐτῇ ποταμός
τις Λύκος οὕτω
καλούμενος ὑπερχειλής
τηνικαῦτα ἔρρει
καὶ δυσδιάβατος
ἦν, ἄραντι τὰς
χεῖρας ὑψοῦ καὶ
δι᾽ εὐχῆς τὸ
πολὺ τοῦ ὕδατος
ἀθρόον
καταστορεύσαντι.
14. Εἰ δ᾽ ὅσα
ζῶν τε καὶ μετὰ
θάνατον τεράστιά
τινα ὁ τοῦ Θεοῦ
μιμητὴς διεπράξατο
διηγήσασθαι ἐγχειρήσω,
οὐκ ἂν δυνηθείην,
ὡς οὐδὲ ἄμμον
θαλάσσης
διαμετρῆσαι. ἀλλ᾽
ὦ Θεοῦ ὄντως ἄνθρωπε,
πρὸς σέ γὰρ τὸν
λόγον τρέψω· νῦν
ἄνωθεν ἐποπτεύοις
ἡμᾶς, ὁ μηδὲ ἀποδέων
ἀγγέλου, ἅτε μᾶλλον
τοῦ σώματος
λελυμένος καὶ
τὰς πέδας τῆς ἰλύος
ἀποβαλών· εἰ γὰρ
ἔτι τῇ σαρκί ὡς
παραπετάσματι
καλυπτόμενος,
βασιλικῶς διὰ
τοῦ νοὸς
περιαθρεῖν εἶχες
τὰ ἄξιά σου θεάματα,
πῶς κατὰ τὸν μέγαν
τῆς οἰκουμένης
λαμπρτῆρα τὸν Ἀθανάσιον
καὶ τοὺς κατ᾽ αὐτὸν
διδασκάλους, οὐκ
ἂν νῦν ἡμᾶς ἐποπτεύειν
δυνήσαιο; καὶ ἡ
ψήφῳ γὰρ Θεοῦ
συγκροτηθεῖσα
σύνοδος πάλαι
τοῦτο προδιεθέσπισεν
οὕτω γράψασα·
“εἴ τις οὐκ αὐτοὺς
λέγει τοὺς ἁγίους
ἡμῖν ἐπιφαίνεσθαι,
ἀλλὰ τοὺς τῶνδε
–φησὶν– ἀγγέλους,
ἔστω ἀνάθημα”, ἀλλ᾽
ἐπόπτευε καὶ
συντήρει ἡμᾶς.
_____________________
tit.
τõν sic Ma.c. 1.
ὁ om. B | Ῥαγγαβέ M2marg. ex Rom. : Ῥαγαβέ
V, Ῥαγαβι
sic Β, Ῥαβαγέ Μ | Γενικῶν VM : Γενικῆς
Β 2.
παθὼν ex
Rad. : παθῶν codd. 4.
ὠμοφόριον VB : ὡμοφόριον Μ | κἀκείνῳ
ζῶν τε VB
: κἀκείνων ζῶν
τε Μ 5. αἱρεσιάρχῃ
BM : αἰρεσιάρχῃ
V | δι᾽ ἀσθενείαν
ex Rom. : διὰ ἀσθενείαν
codd. Rad. 6.
διέλιπεν ex Rom. : διέλιπε codd. Rad. | ὁμιλῶν
M2 ex Rad. : ὁμιλῷ codd. | προεφήτευσαν
VBM2 edd. : προεφήτευσεν
Ma.c. 8. ποιμαίνει
ex Rom. : ποιμένειν
VM, ποιμαίνειν
B Rad. | ποίμνιον
VBM2 edd. : ποίμιον Ma.c. | καὶ om. ex
Rom. | ποιμένος VMB2 :
ποιμαίνος Ba.c. | ἀπεῖρξαι
codd. : ἀπεῖρξε
M2 ex Rad. | σιδήρῳ
πεδεῖται codd. Rad. :
σιδηροπεδεῖται
ex Rom. |
λιμαγχονεῖται
VB :
κλιμαχονεῖται
M Rad. 9.
ἱερωμένων ex Rom. : ἱερομένων
codd. Rad. | συνιών
BM2 ex Rad. : συνιῶν VMa.c. 10.
παρευθὺς codd. Rad. : παρευθὺ ex Rom. | μέγαν
M2 ex Rad. : μέγα codd. | ἀναβιβάζεται
codd. Rad. : ἀναβιβάζει
ex Rom. | ἡδύνθησαν B ex
Rom. : ἠδύνθησαν VM Rad. 11.
γήρει codd.
Rad. : γήρᾳ ex Rom. 13.
ἐξ ἄλλου om. Ma.c. |
καὶ om. ex Rom. |
καταστορεύσαντι
codd. Rad. :
κατεστορέθη ex Rom. 14.
τινα om. ex Rom.
| ἐγχειρήσω M ex Rad. : ἐγχειρίσω
VB |
δυνηθείην V ex Rom. :
δυνειθείην Β,
δυνηθείη Μ Rad. | ὡς om.
B | ἐποπτεύοις
codd. edd. : ἐποπτεύεις
Rad. | μηδὲ ex
Rad. : μὴ δὲ codd.
| μέγαν M2
ex Rad. : μέγα codd. |
προδιεθέσπισεν
VB : προεθέσπισεν
M ex Rad. | τῶνδε codd. edd. : τῶν
δὲ Rad.
5. Traducción y
notas
Del Encomio a san Ignacio, que
fue patriarca de Constantinopla, compuesto por Miguel, monje, presbítero y
sincelo
1. Este
magnífico y grande, Ignacio, el enviado de Dios, noble entre nobles,
sobresaliente entre ilustres, santo entre santos, era descendiente de la
familia imperial, pues su padre fue Miguel, el apodado Rangabé, y su abuelo por
parte de madre fue Nicéforo el génico, y ambos habían sido emperadores de los
romeos.[83]
2.
Después de perder su padre el trono, el divino Ignacio fue castrado,[84] sufriendo esto por orden de
León el Armenio, quien a la fuerza había expulsado a Miguel del trono.[85] Así, tras habérsele cortado
los genitales y tonsurado el cabello, dominó todavía más la carne con
disciplina ascética.[86]
3. Su
madre era Procopia, digna de su hijo gracias a la virtud que imprimió en él. La
emperatriz fue muy piadosa, como su marido Miguel, y su patria era la gran
ciudad de Constantino.[87]
4. Cuando
después hubo alcanzado la sede patriarcal, se dice que adquirió el palio de
Santiago, el hermano de Dios, y que, mientras vivió, lo llevaba puesto y de esa
manera así realizaba los oficios de Dios y, cuando murió, fue enterrado con su
palio.[88]
5. Tras
la emasculación, en seguida el tirano León lo confía a un malvado y terrible
heresiarca como preceptor, que lo maltrataba de todas las formas posibles,
imponiéndole unas duras tareas y azotándolo sin medida si no las podía cumplir
a causa de la debilidad de su cuerpo y sobre todo porque el santo no obedecía
las órdenes que eran ajenas a nuestra recta fe: el prodigioso Ignacio se hizo
mártir.[89]
6.
Después, cuando el tirano León hubo consumido su vida, aprovechó la oportunidad
y pasó no mucho tiempo tratando con el clarividente Joanicio y con el
taumaturgo Teófanes, confesor del Monasterio del Gran Campo, quienes le
profetizaron que llegaría a ser arzobispo, lo que precisamente sucedió.[90]
7. En
efecto, cuando a su muerte el tres veces dichoso Metodio dejó vacante la sede
patriarcal,[91] Teodora, la inspirada por
Cristo, convocó el sínodo de los padres y con el beneplácito de senado y de
todo el clero nombró patriarca a Ignacio.[92]
8.
Durante muchos años el santo pastoreó la grey correctamente y al amparo de
Dios. ¿Es por esto, entonces, por lo que el Diablo sintió envidia?[93] Y contra el buen pastor
incitó al más poderoso de los gobernadores–me refiero al césar Bardas–, a quien
apartó de la mística y veneranda comunión por haberse unido ilícitamente con
cierta mujer.[94] Por este motivo fue
expulsado del trono y enviado al exilio, y después en la cárcel, además,
encadenado y sometido al hambre.[95]
9. Por
aquel entonces la tierra tembló por inspiración de Dios,[96]
soberano y creador de todo, para que reaccionaran los insensatos que votaron
semejantes cosas contra el arzobispo y contra los sacerdotes que habían sido
ajusticiados con él, pero no hubo quien lo interpretara, por más que la falacia
de los gobernantes y la injusticia contra el santo fuesen evidentes gracias al
abominable adulterio y el delito quedó oculto diciendo que él no había querido
tonsurar a la madre y a las hermanas del soberano.[97]
No obstante, estos ya han recibido una amarga muerte por el justísimo juicio de
Dios.[98]
10. El que
había sido injustamente condenado fue de nuevo sentado en la sacra sede con
aclamación: cuando Basilio el Macedonio se hubo hecho con el trono imperial,
enseguida llamó del duradero exilio al grande y magnífico Ignacio, el enviado
de Dios, y, convencido por la petición del pueblo entero, lo elevó al trono
patriarcal con una pompa y con una honra que no es posible describir.[99] Al enterarse de ello los
jefes de las otras sedes patriarcales, se alegraron enormemente.[100]
11. Cuando
así la brillante luminaria de la tierra hubo recibido de nuevo la sede
patriarcal y pastoreado durante años la gran grey de Cristo, tras sobrevenirle
una pequeña enfermedad, ya agotado por tantas cosas, descansa el sueño de Dios
y se reúne con sus padres a una edad avanzada en el día de la conmemoración de
Santiago, el hermano de Dios, y es enterrado en el Monasterio del Sátiro, que
él mismo había fundado.[101]
12. Fue
entonces cuando se produjo este milagro: aunque el mar estaba embravecido –pues
era necesario trasladar por él sus sacrosantos restos–, sobrevino de repente la
calma y así pudo cruzar con júbilo toda la gente que lo seguía hasta el
Monasterio del Sátiro.[102]
13. Cuando
todavía estaba vivo también llevó a cabo otro gloriosísimo milagro, pues,
mientras se consumía en el exilio y era llevado de un sitio para otro,[103] estando en Mitilene, en
donde hay un río llamado Lico que por entonces fluía desbordado y era imposible
de cruzar, alzando los brazos al cielo, hizo con una oración que al instante se
calmara la corriente de agua.[104]
14. Si
pretendiera relatar algunos de cuantos prodigios realizó en vida y después de
morir el imitador de Dios, no podría, como no se puede contar la arena de la
playa,[105] pero tú, verdadero hombre
de Dios, pues a ti dirijo mi discurso, ojalá nos observes desde las alturas, tú
que no eres inferior a un ángel, pues ya te has librado del cuerpo y te has
despojado de los grilletes del barro[106].
Y si incluso oculta bajo la carne como una capa tenías la valiosa providencia de
comprender con autoridad gracias a tu mente, ¿cómo no podrás ahora velar por
nosotros como Atanasio,[107] la gran antorcha del orbe,
y los maestros que están con él? Y aunque el antiguo sínodo confirmado por el
voto de Dios decretó y así dejó por escrito que “si alguien dice que no se nos
aparecen los santos, sino los ángeles, que sea anatematizado”[108], tú, en cambio, vela por
nosotros y protégenos.
***
Tabla 1: contenido del encomio
Encomio (BHG 818) |
Vita Ignatii (BHG 817) |
§§1-3 familia |
§§2-4 |
§4 anécdota1 (Iacobi pallium) |
§75 |
§5 formación |
§§9-12 |
§6 profecías |
§14 |
§§ 7 entronización |
§16 |
§8 destitución |
§17 |
§9 anécdota2 (terrae motus) |
§39 |
§10 reelección |
§§53-59 |
§11 muerte y sepultura |
§74-76 |
§ 12 miraculum1
(post mortem) |
§76 |
§ 13 miraculum2
(ante mortem) |
om. |
§ 14 epílogo |
om. |
***
Tabla 2: miracula Ignatii
mir. |
Vit. Ign. |
beneficiarios |
tipo |
medio |
1 |
§76 |
2 mujeres |
exorcismo |
contacto con el féretro |
2 |
§76 |
los presentes |
natural |
llegada del féretro |
3 |
§80 |
muchacho poseído |
exorcismo |
visitación (ἐπίσκεψις) |
4 |
§81 |
hombre epiléptico |
curación |
sueño (ὄναρ) |
5 |
§82 |
Hombre disentérico |
curación |
sueño (ὄναρ) |
6 |
§83 |
2 mujeres con agalaxia |
curación |
ungüento (ἀπομυρίσις) |
7 |
§84 |
mujer infértil |
curación |
óleo santo (ἔλαιον
ἅγιον) |
8 |
§85 |
estratego siciliano |
auxilio |
epifanía (ἐπὶ
τοῦ ἀέρος) |
9 |
§86 |
mujer de parto |
curación |
contacto con las reliquias (πέπλος) |
10 |
§87 |
enfermedades |
curación |
invocación (ἐπικάλεσις) |
11 |
§87 |
posesiones |
exorcismo |
contacto con las reliquias
(σορός) |
12 |
§87 |
impío fociano |
punitivo |
cólera divina |
Álvaro
Ibáñez Chacón
https://orcid.org/0000-0002-4126-5641
Universidad de Granada
alvaroic@ugr.es
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[1] A ello
dedicamos las investigaciones realizadas en el marco del Proyecto de
Investigación PPJIA2020.01, financiado por el Plan Propio de la Universidad de
Granada.
[2] Un listado completo de los textos que la componen en
Leonardi–Placanica (2012: lxiv-lxxii) y análisis de los mismos en Dvornik
(1948: 216-236).
[3] Dos veces
patriarca de Constantinopla y protagonista, junto con Focio, de la tumultuosa
historia de la segunda mitad del s. IX. Sobre su vida y obra véanse las
síntesis de Oxford Dictionary of Byzantium 983-984
(en adelante ODB), Prosopographie der mittelbyzantinischen Zeit
#2666, #22712 (abreviado como PmbZ),
Prosopography of the Byzantine Empire I
Ignatios 1 (abreviatura PBE I), así
como el reciente estudio de Prieto Domínguez (2020: 273-329).
[4] Ambos
aparecen ya en el inventario de 1468: Labowsky (1979:
165).
[5] Mioni (1981: 246-247), Smithies – Duffy (2013: xviii-xix).
[6] Hardt (1810:
352-354), Van de Vorst – Delehaye (1913: 129), Smithies – Duffy (2013:
xviii-xx).
[7] Delehaye (1909: 383), de Andrés (1965: 245-246), Smithies – Duffy
(2013: xx-xxi). La
fecha exacta ha sido precisada por Martínez
Manzano (2018: 355).
[8] Hardt (1810:
140-156), Van de Vorst–Delehaye (1913: 98), Tiftixoglu (2004: 154-170),
Smithies–Duffy (2013: xxv–xxvi). El manuscrito forma parte de la colección de
códices que encargó copiar Johann Jakob Fugger entre 1546 y 1556: Mondrain (1991/1992).
[9] De Andrés (1986: 271-272),
Smithies – Duffy (2013: xxi-xxiii). Realizado por Cornelio Murmuris (RGK III 354e) en Venezia el 1557 para
Francisco de Mendoza, cardenal de Burgos: de Andrés (1984).
[10] Omont (1886: 399), Van
de Vorst – Delehaye (1913: 196), Smithies - Duffy, (2013: xxi-xxii).
[11] Féron – Battaglini (1893: 25), Franchi de’Cavalieri et al.
(1899: 251), Smithies – Duffy (2013: xxiv-xxv). Formaba parte de la colección
del cardenal Sirleto: Lucà (2012: 325-326).
[12] Omont (1887: 12-13),
Mendes da Costa (1902: 14), Smithies – Duffy (2013: xxiii–xxiv).
[13] Franchi de’Cavalieri et
al. (1899: 102).
[14] Lambros (1895: 350-351).
[15] Rader (1604). Assemanus (1762: 259) afirmó
erróneamente, y en ello ha sido seguido por Smithies – Duffy (2013:
xxviii-xxix), que también había utilizado el Vat. gr. 1183 y Ottob. gr. 27,
pero no hay indicios de ello; véanse Canfora (2004: 7-22) y Luzzi
(2019: 471-478) para todo el proceso
de publicación.
[16] La última colección que la contiene es la de Mansi
(1771: 209-516), dado que la reciente edición de Leonardi – Placanica (2012)
solo incluye los acta latinos. Ya en
1606 S. Binius reeditó la traducción latina de Rader en el volumen tercero de
sus Concilia generalia et provincialia,
pero sin modificaciones; los primeros cambios en el texto griego y en la
traducción fueron introducidos en la llamada Editio Romana de los acta
conciliaria (1612) y se han repetido sin cuestionarlos.
[17] Estudio biográfico en Loenertz (1948).
[18] Todo lo
relativo a esta traducción (texto base, localización, conservación,
transmisión, finalidad, etc.) debe ser analizado con detalle; por ahora, véanse
los datos que aportan Kaeppeli (1953),
Delacroix-Besnier (2003).
[19] Sucintas
descripciones en Kaeppeli (1953:
167-168), Pomaro (1982: 236).
[20] La
edición moderna de Smithies – Duffy
(2013) debe consultarse con las justas observaciones realizadas por Luzzi
(2019).
[21] Las
diferencias de contenido entre los manuscritos constantinopolitanos y la
traducción latina pueden deberse a muchos factores: desde la pérdida de texto
en el antígrafo hasta la propia selección de los traductores; sin embargo,
creemos que la “colección anti-fociana” es el resultado de la acumulación de
documentos en diferentes fases, por lo que la versión latina podría haberse
realizado a partir de una copia incompleta. Sobre ello trataremos en las XIX
Jornadas de Bizancio (Madrid, 2022).
[22] El
clásico estudio de Martini (1911) debe ser completado con Canfora (2001).
[23] Una
antigua hipótesis sin fundamento lo propuso como sincelo del propio Ignacio: Cave (1688: 562).
[24] Cf. Beck (1959: 503-505), Cunningham
(1991: 35-38), Kazhdan (1999: 257-259),
Kolia-Dermitzaki (2009:
627-630).
[25] Véanse, entre otros, Krumbacher (1897: 176),
Delehaye (1912: 227), Émereau (1924: 411), Loenertz
(1950: 103-104), Matantseva (1996), Hatlie (2003), Kazhdan (2006: 204-206), Efthymiadis (2011:
108-109), Krausmüller (2013), Prieto Domínguez (2020: 302-319), PmbZ #503, PBE I Michael 129-130.
[26] Se ha
dicho que el encomio fue leído en el “Concilio de la reconciliación” del
879/880 (así Kazhdan, 1999: 258 y Prieto Domínguez, 2020: 216), sin embargo en
los acta (ed. Mansi, 1767) no hay
rastro de ello.
[27] Basta con remitir a los estudios de partida de Delehaye
(1933) o Brown (1981).
[28] Cf. Loukaki (2011). El patriarca vivo era
homenajeado el sábado previo al Domingo de Ramos: Loukaki (2005).
[29] Se localizaría en la vertiente asiática del Bósforo y
Pargoire (1901: 73-75), Mamboury (1920: 322-330), Lehmann-Hartleben (1922:
103-106), Janin (1923: 191-193) lo identificaron en la ruinas de
Küçükyalı, entre Bostandijk y Maltepe, mientras que Meliópoulos (1927),
Eyice (1959: 245-250), Mango (1994: 347-350) o Ricci (1998) creen que estas
pertenecen al Palacio de Briante.
[30] Se dice
que Ignacio trasladó los restos de su padre, el emperador Miguel I Rangabé, al
Monasterio del Sátiro (así Grierson, 1962: 35, o Prieto Domínguez, 2020: 287),
pero el texto de Theoph. cont. 1.10.25-28 parece indicar que fue el de su
hermano Eustracio, cf. Featherstone – Signes
Codoñer (2015: 34-35).
[31] Cf., por ejemplo, el análisis de BHG 1294a realizado por Matantseva
(1996: 105-123).
[32] Stricto sensu
era una celebración anual que comenzaba en la vigilia, con cantos y una homilia
sobre el santo, cf. Vryonis (1981), Leemans (2003), ODB 755-756.
[33] Delehaye (1966: 133-141),
Pernot (1993), Aigrain (2000:
121-122), Leemans (2003), Hinterberger (2014:
36-39, que lo considera más una adaptación que un subgéneo), Narro (2019:
45-47), ODB 700-701.
[34] Delehaye (1966: 141-142), Leemans (2003: 26-28), Pratsch
(2005: 402-404), Hinterberger, (2014: 37), ODB 700. Han de tenerse en cuenta, además, Arist. Rh. 1366a-1368a, Theo rhet. Prog. 109-112, Hermog. Prog. 14-18 o Aphth. Prog. 21-31.
[35] Men. rhet. 412–413, citado según la edición de
Russell – Wilson (1981).
[36] Men. rhet. 418-422 y 434-437, cf. Delehaye (1966:
142).
[37] Cf. Bartelink (1986),
Mazzucco (1996).
[38] Men. rhet. 374. Las armas son indispensables en
la iconografía de los santos militares: Walter (2003),
Grotowski (2010).
[39] Cf. Nic. Dav. Vit.
Ign. 75.
[40] La idealizada miniatura fue pintada por
Jorge, uno de los ocho artistas que iluminaron el manuscrito, cf. Ševčenko
(1962), Zacharova (2009).
[41] Ignacio
fue forzosamente castrado por orden de León V y, según algunas fuentes, también
los otros hijos de Miguel I, asegurándose de que no tuvieran descendencia que
se pudiera volver contra él, cf. Bury (1912: 29),
Ringrose (2003: 62), Chadwick (2003: 121).
[42] Men. rhet. 371–372, cf. Pernot (1993: 157-165).
[43] Men. rhet. 377. La invocatio es común también en los prólogos hagiográficos: Pratsch (2005: 53-55), Narro (2017: 113).
[44] Omnipresente desde los encomios paganos: Delehaye (1966:
147-150).
[45] Cf. también Nic. Dav. Vit. Ign. 87.
[46] Además del clásico estudio de Hörandner
(1981), véanse Lauxtermann (1999) y Valiavitcharska (2013).
[47] Sobre este ritmo Hörandner (1981: 41-46),
Valiavitcharska (2013: 63-64).
[48] Los suplicios a los que fue sometido Ignacio están
recopilados en Nic. Dav. Vit. Ign.
17-37 y, con menos detalle, en Theoph. cont. 4.31, Gen. 4.18, Scylit. 17,
Ps.-Sym. 28, cf. Prieto Domínguez (2014).
[49] Cf. Vinson (1998). Según Prieto Domínguez (2020: 317-319),
Miguel presenta un texto conciliador que exonera a Focio de las maldades
atribuidas por los ignacianos; sin embargo, esto no encaja en el tono
claramente anti-fociano de la colección.
[50] Cf. como tópico en Delehaye (1966:
152-154), Leemans (2003: 30-31), Pratsch (2005: 170-183), Crimi (2018: 83-85).
[51] Delehaye (1966: 165-169), Aigrain (2000: 123-124); para la relación entre biografía
clásica y hagiografía véase van Uytfanghe (2005).
[52] Delehaye (1906: 242-244).
[53] Síntesis en Pratsch (2005: 408-421).
[54] Rydén (1986), Flusin (1993), Mango (2005).
[55] Función principal en la literatura bizantina, cf. Dagron
(1981), reimpreso en Dagron (2012: 3-22), Vercleyn (1988). A la negatividad del
hecho se añaden otras catástrofes como el ataque de los rusos que refiere
Nicetas David en la Vit. Ign. 47 o el
propio Focio en las homilías 3 y 4, cf. Casas Olea (2020: 108-125, 251-255).
[56] Downey (1955: 599), Grumel (1958: 479).
[57] Según
Nic. Dav. Vit. Ign. 39 los temblores
cesaron cuando Ignacio, que estaba desaparecido, compareció ante Bardas.
[59] Síntesis
en Pratsch (2005: 225-297); cf. también Narro (2017) para los tópicos de las
colecciones de miracula anteriores.
[60] Estos son
los milagros más comunes desde la Antigüedad Tardía: Krötzl (2018).
[61]
A lo largo de la Vita Ignatii se
citan los trozos del féretro y del sudario, sus cabellos, el aceite sagrado y
los grilletes que una vez lo aprisionaron, nada de lo cual se ha conservado;
sí, en cambio, se preservaron reliquias de Focio: Meinardus (1970: 241).
[62] Pratsch (2005: 228-244), Narro (2015/2016)
y (2018).
[63] Narro (2015/2016: 108-109), Csepregi (2011: 17-30).
[64] Cf. Krötzl (2000: 557-576).
[65] El mar es
un espacio tópico de la hagiografía mediobizantina de la capital y de
provincias: Efthymiadis (2018), Von Falkenhausen
(2018).
[66] También frecuentes en la hagiografía tardoantigua:
Stathakopoulos (2002).
[67] Véanse, entre otros, Caseau (2005), Talbot
(2015), Narro (2019b).
[68] Ruggieri (1993).
[69] Vinson
(1998: 488-491).
[70] Tougher
(2004: 98-102).
[71] Dumézil
(1996: 265-283).
[72] Personaje indudablemente histórico (PmbZ #25430, PBE I
Mousilikios 1), el milagro, sin embargo, no se cita en ninguna otra fuente; a
pesar de esto, la referencia se ha utilizado para establecer el terminus post quem de la composición de
la Vita en el 882: Tamarkina (2006:
623). Véase ahora Luzzi (2020).
[73] Krötzl (2000: 570).
[74] Cf. Kazhdan (1984).
[75] Delehaye
(1975), Walter (2003), White (2013).
[76] Narro (2015/2016: 94).
[77] Pratsch (2005: 277-288).
[78] Cf. Karlin-Hayter (1970: 217-218). El mismo proceso se
ha postulado para la Vida de Gregorio
de Agrigento (BHG 708), reescrita por Nicetas David a partir de la
biografía-hagiográfica de Leoncio de Roma (BHG
707): Krausmüller (2001/2002), Crimi (2016).
[79] Cf. Crimi (2016: 403-410) para la Vida de Gregorio.
[80] Hinterberger (2014: 44-47).
[81] Las
opiniones expuestas por Smithies–Duffy (2013:
xvii-xx) para la Vita Ignatii
deben ser revisadas y documentadas con más ejemplos, cf. Luzzi (2019: 471-478).
[82] Como bien
advierte Luzzi (2019: 478-479), los comentarios e hipótesis de Smithies–Duffy (2013: xxviii-xxix) sobre la obra de Rader
están viciados de entrada al no haber consultado el original de 1604, sino las
reediciones modificadas.
[83] Miguel I
Rangabé, que era patricio, gobernó en 811-813 (ODB 1362, PmbZ #4989, PBE I Michael 1), tras
haberse casado con Procopia (PmbZ #6351; PBE I Prokopia 1), hija
del emperador Nicéforo I (802-811: ODB
1476-1477, PmbZ #5252, PBE
I Nikephoros 8); el texto lo recuerda por haber ejercido de
γενικὸς
λογοθέτης o simplemente ἀπὸ
γενικῶν, es decir, el cargo más alto en la
hacienda pública, cf. Guilland (1971:11-24), ODB 829-830.
[84] Ignacio
entra en la categoría de los ἔκτομοι, es
decir, los castrados a la fuerza, frente a los impotentes por alguna
enfermedad, denominados σπαδόνες, o
los que se auto-inmolaban, cf. Maass (1925). Como eunuco fue representado Ignacio en el
tímpano norte de Santa Sofía y en buena parte de las escasas representaciones
que se conservan, mientras que existió otro tipo barbado que dio lugar a
algunas miniaturas, cf. Mango – Hawkins (1972: 9-11, 28-30); para la iconografía
de sus sellos Cotsonis (2011).
[85] Tras una
serie de derrotas y de malas decisiones políticas, Miguel I fue obligado a
abdicar el 11 de julio del 813, pasando el poder a León V el Armenio, que lo
mantuvo hasta su muerte en el 820: ODB
1209-1210, PmbZ # 4244, PBE I Leo 15.
[86] Tonsura y
castración a la fuerza fueron dos de las formas más habituales de convertirse
en monje: Oltean (2020). El autor del encomio insiste en las virtudes que se
atribuyen a los eunucos para hacerlos casi santos en vida por su castidad, cf. Ringrose (2003: 111-127), Tougher (2008: 69-79).
[87] Se omite
el fin de Procopia: recluida en un monasterio fundado por ella, allí aguardó
hasta ser condenada a muerte por sus conspiraciones: Janin (1969: 442-443).
[88] Como
señalábamos en la introducción, este párrafo está fuera de lugar, dado que
interrumpe la narración biográfica de los hechos. Con este palio de Santiago
aparece representado Ignacio en el Menologio
de Basilio II (Vat. gr. 1613, fol. 134r).
[89] Esta
información sobre los años de juventud del futuro patriarca no figura en la Vita Ignatii y el autor del encomio no
precisa el nombre el heresiarca ni el lugar donde se desarrollaron los hechos.
No es frecuente en la hagiografía de patriarcas encontrar datos sobre la niñez
o adolescencia de los protagonistas: Angelov (2009).
[90] En la Vit. Ign. 14 solo se nombra a Teófanes (PmbZ #8197, PBE I
Theophanes 18), mientras que Joanicio aparece en la Vit. Mich. Sync. 26 (BHG
1296), vaticinando lo mismo a su precedesor Metodio; sea como sea, además de un
tópico (Pratsch, 2005:
290-297),
es un anacronismo: Dvornik (1948: 18), Da Costa-Louillet (1954: 463), Mormino
(2017/2018: 172-173). Joanicio es el principal monje-profeta de la primera
mitad del s. IX: Timotin (2010: 182-194).
[91] Metodio
falleció el 14 de junio del 847 tras cuatro años
en la sede patriarcal (ODB 1355; PmbZ #4977, PBE I Methodius 1), sucesor de Teófilo y, por tanto, iconodulo como
él, aunque algo más beligerante; véanse, entre otros, Grumel (1935), Darrouzès
(1987), Zielke (1999), Karlin-Hayter
(2006), Bithos (2009), Prieto Domínguez (2020: 99-167).
[92] La
elección de Ignacio es muy controvertida ya que las fuentes pro-ignacianas,
como el encomio, la Vit. Ign. 16
(ψήφῳ ἀρχιερέων
Θεοῦ), el Syn. vet.
157 (κανονικῶς ἐπὶ
τὸν θρόνον ἀναβιβάζεται)
o el miniaturista del “Escilitzes de Madrid” (fol. 76r: cf. Tsamakda, 2002:
118, fig. 185), insisten en una elección regular y canónica, mientras que los
anti-ignacianos defendieron que no había sido elegido según los preceptos de la
Iglesia de Constantinopla, siendo este uno de los motivos aducidos para su
destitución: cf. Grumel (1939), Dvornik (1948: 18); el propio Dvornik (1973:
36) insiste en que, además, Roma no había tampoco confirmado la elección.
[93] El tópico
antiguo de la “envidia de los dioses” ante las proezas de los hombres (cf.
Dodds, 2001: 39-70) es modificado aquí con la “envidia del Diablo”, siendo
significativo el hecho de que precisamente se asocie a Focio y a sus secuaces
con el Diablo en la Vit. Ign. 36, 57,
algo frecuente en las fuentes anti-focianas, cf. Mango (1992: 220).
[94] Bardas (ODB 255-256, PmbZ #791, PBE I Bardas
5) obtuvo la regencia, ante la incapacidad de gobernar de su sobrino Miguel III
(ODB 1364, PmbZ #4991, PBE I Michael
11), cuando la emperatriz Teodora (ODB
2037-2038, PmbZ #7286, PBE
I Theodora 2), que hacía las veces de regente, fue destituida y expulsada
del palacio en el 858, cf. Herrin
(2001: 226-229), Varona Codeso (2009: 123-128), recluida en la
Μονὴ τῶν Γαστρίων,
fundación de la familia imperial (Janin, 1969: 67-68), donde permaneció hasta
su muerte: Karlin-Hayter (1990). El hecho aquí referido lo precisan otras
fuentes: Bardas mantuvo relaciones ilícitas con su nuera y por ello Ignacio se
negó públicamente a darle la comunión en la Epifanía (6 de enero) del año 858,
cf. Dvornik (1966), Varona Codeso (2009:
152-155).
[95] La
compilación más detallada de los suplicios sufridos por Ignacio está en la Vit. Ign. 17-37, aunque los refieren de forma puntual otras
fuentes. La mención explícita de la cárcel puede aludir a la estancia de
Ignacio en la prisión τὰ Νούμερα de la
capital, ubicada en las antiguas termas de Zeuxipo: Janin (1964: 222-224), Guilland (1969: 41-55). No obstante, el suplicio más
degradante y humillante fue el encierro en el sarcófago de Constantino V
Coprónimo, el emperador iconoclasta, según refiere la Vit. Ign. 35, cf.
Grierson (1962: 53-54), Rochow (1994: 138-139), Varona Codeso (2009: 156-157),
Prieto Domínguez (2014: 583-584).
[96] El seísmo
se produjo en el 862, cuando ya había sido destituido oficialmente en el sínodo
del 861.
[97] En el
encomio se alude a este hecho como si fuera una acusación infundada, cuando en
realidad sí que Miguel III, aconsejado por Bardas, pretendió tonsurar a la
fuerza a su madre y hermanas, si bien las fuentes varían en algunos detalles,
cf. Garland (1999: 104-105), Herrin (2001:
227), Varona Codeso (2009: 124-125).
[98] Como es
sabido, Bardas murió durante una campaña y Miguel III fue asesinado por Basilio
I el Macedonio (ODB 260, PmbZ #832, PBE I
Basilios 7) el 24 de septiembre del 867, cf. Vogt (1908: 40-46), Varona Codeso (2009: 171-181). Para la ambigua relación
entre Miguel III y Basilio I véase Tougher (2016).
[99] Pura
retórica, en realidad, dado que, al parecer, la restitución de Ignacio por
parte de Basilio I encubría intereses diplomáticos, sobre todo congraciarse con
la Sede Apostólica Romana, con quien las relaciones habían sido muy tensas
durante el patriarcado de Focio: Vogt (1908: 211), Bury
(1912: 203-204), Simeonova (1998: 260-261).
[100]
Ciertamente, los patriarcados orientales firmaron la destitución de Focio en
las actas del VIII Concilio Ecuménico y confirmaron la reinstauración de
Ignacio, cf. Mormino (2017). En cuanto a la Iglesia autocefálica de Chipre, que
no estuvo representada en el concilio, envió a Ignacio una carta firmada por el
arzobispo Epifanio, texto que también se conserva en la “colección
anti-fociana”. No obstante, los conflictos con la Sede Apostólica Romana por la
evangelización de los búlgaros no cesaron con Ignacio e, incluso, fue amenazado
con la excomulgación por Adriano II y Juan VIII: Vogt (1908: 228-232), Dvornik (1956: 119-120), Simeonova (1998: 266-271,
307-308). Sea como sea, los patriarcados orientales también mostraron su
beneplácito a la restauración de Focio en el “Concilio de la Unión” del
879-880, cf. Meijer (1975: 60-61).
[101] Ignacio
murió el 23 de octubre del 877, justo la celebración
de Santiago. Según la Vit. Ign. 76
su cuerpo fue expuesto a la veneración pública primero en Santa Sofía y después
en la Iglesia de San Menas, situada en la acrópolis, cf. Janin (1969: 345-347). Sobre la localicación del Monasterio del Sátiro cf. supra introducción.
[102] Sobre
este milagro cf. supra introducción.
[103]
Según el registro de la Vit. Ign.
18-30, Ignacio pasó por Terebinto, Hierea, las prisiones τὰ
Προμότου y τὰ Νούμερα,
Mitilene y, finalmente, el palacio τὰ Πόσεως,
propiedad de su familia, donde aguardó el desarrollo del sínodo del 861, cf. Janin (1964: 415).
[104] Sobre
este milagro, cf. supra introducción.
Seis meses estuvo recluido Ignacio en Mitilene (Vit. Ign. 25), pero se desconoce el lugar exacto.
[105] A parte
del tópico, sí es cierto que se le atribuyen numerosos milagros igualmente
tópicos, cf. supra introducción.
[106] Sin
olvidar la controversia angelológica que se daba en la época (cf. notas
siguientes), cabría plantearse si la comparación con un ángel arrancaría aquí
precisamente del hecho de que Ignacio fuera eunuco, dado que en Bizancio se
asocia a los eunucos con otros seres especiales como los ángeles, cf. Ringrose (2003: 142-162), Tougher (2008: 106-107).
[107] Atanasio,
patriarca de Alejandría (328-373), a quien se le atribuye un tratado Quaestiones ad Antiochum ducem (CPG 2257) en el que trataría
precisamente sobre la atribución a los ángeles de las apariciones de los
santos.
[108] Antes del
pseudo-Atanasio, Eustracio de Constantinopla y Anastasio Sinaita habían
planteado esa “usurpación de identidad” por parte de los ángeles, cf.
Krausmüller (1998/1999), Dagron (2007: 211-214), aunque la idea se fundamenta
en la doctrina siria del “sueño de las almas”, cf. Baranov (2016). El sínodo al
que hace referencia el texto podría ser cualquier concilio local, dado que no
se conservada nada semejante en los cánones conciliares.